El sueño es vital para gozar de una buena salud. Se calcula que un adulto debería dormir un promedio de seis a nueve horas diarias, pero la realidad podría estar bastante lejos de esta cifra.

Por esta razón, la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, Fucs, y el Hospital de San José adelantan una investigación en estudios de sueño, con la que buscan dar a conocer aquellas consecuencias del no poder dormir bien.

Es así como se logró la visita del Doctor Claudio Bassetti, neurólogo e investigador de trastornos del sueño.

“El dormir poco, o menos de las seis horas necesarias, tiene consecuencias en la salud que pueden llevar a alteraciones en el metabolismo, como la obesidad o la diabetes, desórdenes hormonales y muerte súbita, entre otros”, explicó el Doctor Arley Gómez, Vicerrector de Investigaciones de dicha institución.

Dichas conclusiones se dieron en el laboratorio del sueño del hospital, en donde han recibido aportes médicos, como la del Dr. Basetti, neurólogo y director del departamento de neurología del Hospital Universitario de Berna, Suiza, con su investigación de Medicina del sueño.

Durante las vacaciones los hábitos de vida y de sueño varían considerablemente debido a que la actividad cambia y se suelen hacer cosas muy diferentes a las del día a día: se trastocan los horarios de las comidas, los horarios de dormir cambian, se ingiere más alcohol o bebidas refrescantes con estimulantes y, en general, hay mayor exposición a los celulares, por lo que el cerebro está mucho más alerta y se suele estar menos cansado a la hora de dormir.

El uso de pantallas y no respetar las rutinas son los principales factores que pueden alterar la calidad del sueño de los niños y jóvenes, lo que puede verse aumentado en el periodo de vacaciones, cuando muchos se duermen pasada la medianoche, de acuerdo con M H Investigación.

“Desde que la tecnología ha avanzado ha existido una relación directa entre los dispositivos electrónicos y las alteraciones del sueño, pues la luz azul de estos dispositivos reduce la producción de melatonina, la encargada de que el organismo esté más activo en los momentos en los que hay luz y más pasivo cuando reina la oscuridad”, explica el neurólogo director del departamento de neurología del Hospital Universitario de Berna, Suiza.

Dormir con el celular no es bueno para la salud. | Foto: Getty Images

No dormir bien, es decir, la cantidad de horas necesarias y con buena calidad de sueño, puede afectar la salud, desarrollo, concentración y ánimo. Por esto, los trastornos del sueño en niños y jóvenes son motivo cada vez más frecuente de consulta, informa la Cun.

Recientes estudios han demostrado una clara relación entre los dispositivos electrónicos y los problemas de sueño, las investigaciones apuntan a que estos dispositivos influyen sobre los ritmos naturales y la calidad del sueño.

Es importante destacar que dentro de la higiene del sueño existe un tema muy importante llamada la química del sueño, lo que revela, mediante investigaciones, cómo se afectan los neurotransmisores y las hormonas que son indispensables para que el sueño sea realmente reparador.

Cuando están encendidas las pantallas de los móviles, televisores, entre otros, se genera una distorsión. De este modo, aunque sea de noche se activan las funciones diurnas, cuando antes de dormir es necesario que se desactiven.

Además de la luz azul, el ruido de los aparatos y las ondas electromagnéticas tampoco son buenas para el cerebro. Toda esta tecnología repercute en el sistema biológico de quienes están cerca, afectando específicamente el sueño; en ese sentido, lo mejor es que se apaguen los dispositivos y se desenchufen todos los aparatos electrónicos que se tengan alrededor.

De igual forma, expertos destacan que la duración, continuidad y profundidad del sueño son aspectos claves para el descanso, sin embargo, los factores más recurrentes que impiden ingresar en las fases profundas del sueño están asociadas al estrés diario, ansiedad, depresión, problemas respiratorios y cardíacos, enfermedades sistémicas y neurológicas, dolores musculares y malos hábitos como hacer ejercicio antes de dormir e ingerir alcohol, sustancias estimulantes y cafeína.

Algunos consejos que se pueden seguir para disfrutar de unas buenas vacaciones, donde el descanso y la diversión estén equilibrados, son:

  • Espaciar las salidas nocturnas y no cambiar el horario de sueño completamente de manera rutinaria. Aunque algunos días se trasnoche, lo mejor es intentar mantener un buen horario de sueño la mayor parte de los días.
  • Evitar siestas muy largas. En esta época es normal relajarse y contar con más tiempo para descansar, pero dormir durante el día dificultará la conciliación y la calidad de sueño de noche.
  • No cenar alimentos pesados y no acostarse inmediatamente después de la ingesta.