La mayor parte del cuerpo humano está compuesto por agua y por ello todos los órganos necesitan de este líquido para su correcto funcionamiento.
El cerebro es una de las partes que más requiere estar hidratada. El agua es muy importante para los músculos, pero también para los tejidos y nerviosos cerebrales. Una ligera deshidratación puede provocar dolores de cabeza, sensación de confusión o pérdida de equilibrio: el cerebro debe estar perfectamente hidratado para funcionar de forma óptima.
Un estudio publicado en la revista Nutrition Reviews señala que hasta los niveles leves de deshidratación pueden producir alteraciones del estado de ánimo y del funcionamiento cognitivo, por ejemplo.
De igual forma, una investigación publicada en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, citada por el portal Mejor con Salud, indica que la hidratación es esencial para el cerebro, ya que el agua representa un 75 % de la masa cerebral. Entre otras cosas, interviene en el equilibrio electrolítico y el metabolismo.
De acuerdo con los expertos, el cerebro reacciona rápidamente ante pequeños cambios en los iones de sodio y potasio que se encuentran en el organismo, cuyo equilibrio electrolítico depende precisamente del agua.
Por esta razón es fundamental que las personas procuren mantener el equilibrio de entrada y salida de agua. Cuando no se reponen los líquidos que se pierden a través del sudor, la orina y otros mecanismos, se pueden producir varias consecuencias.
Según la mencionada investigación, cuando hay deshidratación en el cerebro se pueden comprometer funciones como: la memoria a corto plazo, la atención de vigilancia y la memoria de trabajo.
Por su parte, un artículo publicado en el medio digital Business Insider, indica que cuando el cerebro no está lo suficientemente hidratado las habilidades de cálculo mental disminuyen, hay un aumento de los estados anímicos, también se puede presentar irritabilidad, estrés y la fatiga se vuelve más frecuente. De acuerdo con este diario digital, todo se debe a que cuando las células cerebrales no tienen suficiente agua, responden de manera más lenta.
“Las células cerebrales requieren un delicado equilibrio entre el agua y varios elementos para funcionar”, menciona Joshua Gowin, neurocientífico de la Universidad de Texas, citado por Business Insider. El experto asegura que cuando una persona pierde demasiada agua, ese equilibrio se altera y las células cerebrales pierden eficiencia.
Más allá de dormir lo suficiente y comer de forma saludable, mantenerse hidratado es una de las mejores maneras de evitar la fatiga que afecta directamente el rendimiento.
Señales de deshidratación
En muchas oportunidades es difícil reconocer que la disminución del rendimiento cognitivo tiene que ver con la deshidratación. Por esta razón, según los especialistas, las personas deben estar atentas a otras señales tales como:
- Sed excesiva
- Piel fría y seca
- Fatiga muscular
- Sequedad en la boca
- Letargo e irritabilidad
- Disminución de la orina
- Reducción de la presión arterial, dolores de cabeza y mareos
Según Mejor con Salud, cuando el cerebro está bien hidratado, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y este órgano se mantiene alerta. De esta manera logra desempeñar sus funciones sin dificultades.
Para los expertos, es importante que las personas no esperen a tener sed, ya que la sensación de ésta no aparece hasta que se pierde entre el 1 % y el 2 % del volumen de agua en el cuerpo.
“Para entonces, la deshidratación ya se ha establecido y comienza a afectar el rendimiento de la mente y el cuerpo”, indica Lawrence E. Armstrong, profesor del Laboratorio de Rendimiento Humano de la Universidad de Connecticut, según cita Business Insider.
La conclusión de los expertos es que el cerebro se mantiene sano con nutrición adecuada, ejercicio, sueño reparador, limitación de la ingesta de alcohol y cafeína y, en general, buenos hábitos de vida, entre ellos: la hidratación.