La vesícula es un órgano pequeño, el cual contiene una sustancia necesaria para el intestino delgado. Así como se presentan cálculos en los riñones, también pueden aparecer en este órgano, los cuales son depósitos de fluido digestivo que se forman allí.
“Los cálculos biliares tienen tamaños que oscilan entre pequeños, como granos de arena, hasta grandes, como pelotas de golf. Algunas personas desarrollan solamente un cálculo biliar, mientras otras desarrollan muchos cálculos biliares al mismo tiempo”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Medline plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala que muchas personas con cálculos biliares no suelen presentar síntomas. Sin embargo, también pueden manifestarse los siguientes:
- Dolor en la parte superior derecha o media del abdomen por al menos 30 minutos. El dolor puede ser constante o de tipo cólico.
- Fiebre.
- Coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica de los ojos (ictericia).
Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que existen algunos tipos de dieta que incrementan el riesgo de padecer esta afección. Estas son: dieta con contenido alto de colesterol, dieta con contenido alto de grasas y dieta con bajo contenido de fibras.
Asimismo, señala los otros factores de riesgo para padecer cálculos biliares:
- Ser mujer
- Tener 40 años o más
- Ser nativo americano
- Ser hispano de origen mexicano
- Tener sobrepeso u obesidad
- Ser sedentario
- Estar embarazada
- Tener antecedentes familiares de cálculos biliares
- Tener diabetes
- Tener ciertos trastornos sanguíneos, como anemia de células falciformes o leucemia
- Perder peso muy rápido
- Tomar medicamentos que contengan estrógeno, como anticonceptivos orales o medicamentos de terapia hormonal
- Tener enfermedad hepática
La vesícula no es un órgano indispensable para la salud del cuerpo humano, esto significa que al ser extraída las personas pueden continuar sanamente su vida. El tratamiento para los cálculos biliares es la extracción de este órgano.
“Todas las cirugías conllevan un posible riesgo de complicaciones; sin embargo, las complicaciones de la cirugía de la vesícula biliar son muy poco comunes. La complicación más común es la lesión de los conductos biliares, lo que puede causar una infección. Es posible que el paciente necesite una o más operaciones adicionales para reparar los conductos biliares”, detallan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Los cálculos renales son depósitos duros que se forman en los riñones y están hechos de minerales y sales. Pueden desarrollarse por una mala alimentación, exceso de peso o por afecciones de salud. “En general, los cálculos se forman cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, en algunos casos puede que el cálculo no cause síntomas, sino hasta que comience a moverse por el riñón o los uréteres.
Los síntomas de un cálculo renal incluyen:
- Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece.
- Sangre en la orina.
- Fiebre y escalofríos.
- Vómitos.
- Orina con mal olor o con apariencia turbia.
- Sensación de ardor al orinar.
¿Cómo prevenirlos con la dieta?
Según indican los NIH diversas investigaciones muestran que la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertensión”, la cual traduce “enfoques dietéticos para detener la hipertensión”) puede ayudar a disminuir el riesgo de tener cálculos en los riñones.
Cabe resaltar que antes de empezar esta dieta se debe consultar con un doctor y un nutricionista. Esta dieta incluye alimentos que son más ricos en potasio, calcio y magnesio y más baja en sal que la alimentación diaria típica. Medline Plus menciona que las metas de la dieta DASH son:
- Reducir el sodio a no más de 2,300 mg por día. Lo ideal es consumir solo 1,500 mg.
- Disminuir la grasa saturada hasta el 6 % y la grasa total al 27 % de las calorías diarias. Es importante incluir productos lácteos bajos en grasa, pues pueden ser una opción saludable para bajar la presión arterial sistólica.
- Al elegir grasas, que sean saludables como el aceite de oliva y el aceite de canola.
- Elegir los granos integrales antes que los productos de harina blanca o pasta.
- Consumir frutas y verduras frescas todos los días.
- Comer nueces, semillas o legumbres (frijoles o guisantes) todos los días.
- Elegir cantidades moderadas de proteína.
- Disminuir los carbohidratos a 55 % de las calorías diarias.
- Obtener al menos 30 gramos de fibra diariamente.