Las vitaminas son un nutriente esencial que requiere el organismo para cumplir con todas sus funciones, pues son sustancias orgánicas complejas, esenciales, que deben estar en las dietas en pequeñas cantidades. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, existen 13 compuestos, que son sustancias lábiles que se pueden alterar de forma sencilla debido a cambios de temperatura, PH, o almacenes prolongados.

Entre las funciones que tienen las vitaminas en el cuerpo es que actúan en los sistemas enzimáticos para poder metabolizar las proteínas, las grasas, y los hidratos de carbono. Además, también juegan un papel esencial en el crecimiento y el desarrollo, y participan en la construcción de células, tejidos y órganos. Sin embargo, cuando no se suministran suficientes vitaminas al organismo, se pueden presentar distintas afecciones que pueden alterar el correcto funcionamiento del cuerpo.

De hecho, el portal web El Clarín detalla que un déficit nutricional, especialmente en vitaminas, disminuye notoriamente la longevidad, por lo que se pueden presentar distintas afecciones dependiendo del tipo de vitamina que le haga falta al cuerpo. A continuación, el portal en mención explica el impacto que puede tener el déficit vitamínico:

Falta de vitamina A

Por lo general, cuando este nutriente es bajo en el organismo se relaciona principalmente con afecciones de la vista, pues su déficit genera sequedad ocular o xeroftalmia, que con el paso del tiempo podría progresar hasta ceguera nocturna. Referente a esto, el portal web Tua Saúde explica que “algunos síntomas son infecciones, resfriados o gripes, piel y ojos secos, anemia y dificultad en la visión nocturna. En los casos más graves, puede ocasionar ceguera nocturna y xeroftalmía”.

La ceguera temporal puede ser señal de otras afecciones de salud. | Foto: Getty Images

Para evitar esto, es importante consumir alimentos ricos en vitamina A como: huevo, leche, pescados como el salmón, hígado, vegetales de hoja verde oscuro y mangos.

Déficit de vitamina B12

Este nutriente contiene en su interior cobalto, un mineral que es necesario para la producción de glóbulos rojos, lo cual aumenta la salud del sistema inmunitario. Sin embargo, cuando sus cantidades son bajas, se pierden las defensas y esto desencadena afecciones como la anemia, que puede ocasionar síntomas como mareo, ictericia, dolor muscular, vómito, entre otros. Para aumentar la cantidad de este nutriente en el cuerpo, es necesario consumir alimentos de origen animal.

Falta de vitamina C

Cuando hay una carencia de vitamina C en el organismo, por lo general se debilita la dermis, ocasionando sangrado de encías y cicatrización lenta de las heridas. Adicional a ello, Mayo Clinic detalla que también se puede generar una patología llamada escorbuto, que causa anemia, sangrado de las encías, hematomas y mala cicatrización de heridas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, su prevalencia es rara desde que se conoce la importancia que tiene el aporte de este nutriente.

La vitamina C es clave para la producción de colágeno y para ayudar a fortalecer las articulaciones. | Foto: Getty Images

Los expertos aconsejan consumir los siguientes alimentos para tener una buena dosis de vitamina C en el organismo: frutas cítricas como naranjas y pomelos, kiwi, fresas, pimientos rojos y verdes, brócoli y tomates.

Carencia de vitamina D

Esta vitamina ayuda a mantener la salud ósea mediante la absorción adecuada del calcio, pero cuando no hay aporte suficiente de la misma, aparecen enfermedades como el raquitismo y la osteomalacia. Para mitigar esto, el portal en mención aconseja consumir alimentos ricos en este nutriente como productos de origen animal como los huevos, la leche y las carnes, aunque solo en un 10 %.

Deficiencia de vitamina E

Normalmente, la falta de vitamina E puede suceder en niños con bajo peso o en personas con ciertos problemas para absorber las grasas de los alimentos, provocando síntomas como diarreas y otras enfermedades intestinales, como enfermedad celiaca y pancreatitis. Del mismo modo, su carencia en el organismo puede llevar a alteraciones de algunos nervios del cuerpo, causando hormigueos en las extremidades, debilidad muscular y problemas de la visión.

Expertos recomiendan las vitaminas A, E y K para el cuidado de la piel. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.