El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una percibe y socializa con otras personas, causando problemas de interacción social y comunicación. De acuerdo con Mayo Clinic, este trastorno comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos, y a su vez, comprende afecciones que anteriormente se consideraban independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y una forma no especificada de trastorno generalizado del desarrollo.
Algunos niños presentan autismo en la primera infancia y otros pueden desarrollarlo durante los primeros años de vida. El portal web Tuasaúde señala que por lo general los signos de este trastorno suelen notarse a partir de los 12 meses de edad. Cabe mencionar que el autismo dificulta el aprendizaje en algunos niños, pero ocurre lo contrario en otros menores, ya que se da un desarrollo cognitivo mayor, aprenden rápido y aunque tienen problemas para comunicarse, aplican lo que saben en la vida diaria para adaptarse a situaciones sociales.
De este modo, en la mayoría de los casos este trastorno puede afectar de manera negativa el desarrollo de un bebé, por lo que Tua Saúde ha dado a conocer los principales signos y síntomas del autismo en los bebés a los que los padres deben restar atención:
- No responder a los sonidos: Un bebé es capaz de escuchar y reaccionar a un estímulo desde que está en gestación y cuando nace es normal que reaccione ante los sonidos que escucha. En el caso de un bebé autista no demuestra ningún interés y no reacciona a ningún tipo de sonido.
- No emiten ningún sonido: Cuando los bebés están despiertos, por lo general intentan interactuar y llaman la atención de los padres con gritos, llantos y balbuceo. Cuando un bebé no emite ningún sonido y prefiere estar callado sin interactuar con los que se encuentran a su alrededor, se puede tratar de un síntoma del trastorno de espectro autista.
- Ausencia de expresiones faciales: A los dos meses, los bebés comienzan a sonreír y los movimientos faciales son más frecuentes, pero en el caso de un bebé autista la sonrisa no está presente y el pequeño puede aparentar siempre la misma expresión facial, como si nunca estuviera contento o satisfecho.
- Rechaza expresiones de afecto: Por lo general, uno de los síntomas más frecuentes y notorios del autismo es que los bebés evitan la proximidad y no les gusta permanecer en el regazo evitando la mirada.
- No responden al llamado: Al año de edad, un menor es capaz de responder cuando se llama, dando como respuesta algún sonido. Para los bebés autistas no existe respuesta a este llamado, no emiten ningún tipo de sonio e ignoran por completo a la persona que los está llamando.
- No interactúan con niños: Los autistas prefieren permanecer lejos de otros niños, evitando todo tipo de proximidad y huyendo cuando están cerca.
- Movimientos repetitivos: Una de las características del autismo son los movimientos estereotipados, que consisten en movimientos que son repetidos de forma constante, como por ejemplo “tocarse las manos, golpearse la cabeza en la pared, balancearse sobre sí mismo u otros movimientos más complejos”.
Al identificar alguno de estos signos de alarma, debe consultar al pediatra para evaluar el problema e identificar si es un síntoma de autismo, para lo cual se iniciará un tratamiento adecuado con sesiones de psicomotricidad, fonoaudiología y medicamentos. Cuando el autismo es diagnosticado en la etapa de la infancia, es posible tratar este trastorno con terapia, de modo que se mejore sus capacidades de comunicación y de relacionarse.