Existen síntomas incómodos como la emisión de gases estomacales, también conocidos como flatulencias, que se generan como consecuencia del ingreso de aire a través de la boca y también es posible que se desarrollen en el proceso de digestión de los alimentos, según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Por lo general, este padecimiento se genera después de ingerir bastante alimento o cuando la persona habla mucho mientras come. De hecho, el instituto Mayo Clinic asegura que la presencia de gases en el sistema digestivo es normal cuando no son en exceso, así como también la eliminación de eructos o flatulencias. De este modo, hay personas que experimentan dolor si los gases quedan atrapados en los intestinos o no se mueven con facilidad.

Entre los síntomas más frecuentes asociados con la formación de gases, estos son algunos que expone el portal web Seguros Catalana Occidente.

  • Ventosidades (expulsión de gas) rectales, voluminosas, frecuentes o acompañadas de mal olor.
  • Eructación constante o excesiva.
  • Espasmos y dolor abdominal.
El dolor causado por los gases intestinales puede llegar a ser muy fuerte. | Foto: Libre de derechos

Con respecto a las causas de este problema de salud, la principal se debe al consumo de algunos alimentos, entre ellos, las verduras, que aunque son uno de los alimentos más recomendados para tener un buen estado de salud gracias a sus compuestos nutricionales, algunas de ellas tienen efectos adversos para el sistema digestivo. Estas son las verduras que causan flatulencias y que se deben evitar:

  • El brócoli da gases, igual que otras crucíferas como la col, la coliflor y las coles de bruselas.
  • Las alcachofas dan gases y se incluyen entre las verduras más flatulentas.
  • La cebolla, el puerro y el ajo dan gases.
  • El pimiento.
  • El pepino.
  • Los champiñones.
  • Los rábanos.
El brócoli da gases, igual que otras crucíferas como la col, la coliflor y las coles de bruselas provocan gases intestinales. | Foto: Libre de derechos

De otro lado, están también algunas frutas que, aunque la Organización Mundial de la Salud aconsejan consumir 400 gramos de estas por día, no siempre son consideradas un buen alimento para la digestión. El portal en mención detalla que las frutas en almíbar, deshidratadas (como las pasas) o confitadas, junto con las frutas con mayor contenido de azúcares o fibra como la manzana, ciruela o albaricoque, son las causantes de la alta producción de gases intestinales.

Otros alimentos que intensifican la producción de gases estomacales

  • Por una parte, están los azúcares simples que pueden formar parte de elaboraciones o añadirse a las mismas. También están los productos de pastelería o repostería, las golosinas u otros dulces.
  • Los edulcorantes artificiales como el sorbitol, manitol, xilitol, que son utilizados en productos como chicles, bebidas gaseosas u otros, suelen producir una gran cantidad de gases intestinales.
  • Asimismo, el consumo en exceso de carbohidratos, especialmente de cereales refinados, la pasta poco cocida y algunos panes, producen gases, sobre todo cuando contiene gasificantes.
El consumo de alimentos ricos en azúcar aumenta la producción de gases. | Foto: Getty Images
  • Los productos de charcutería o carnes ricas en grasas.
  • Otros alimentos ricos en fibra insoluble como las legumbres, especialmente de cocinarse además con carnes grasas (como chorizo o bacon).
  • Las bebidas como café o té que puedan irritar la mucosa gástrica, las bebidas con gas, edulcoradas o alcohólicas.

¿Cómo eliminar los gases?

El portal en mención da a conocer algunas formas de mitigar la producción de los gases estomacales:

  • Lo más importante es poder comer despacio en un ambiente tranquilo, masticando con calma los alimentos y con la boca cerrada, con el fin de evitar la ingestión de aire.
  • Evitar el consumo de comidas copiosas, ricas en grasas o muy condimentadas.
  • Practicar actividad física de forma frecuente.
  • Practicar técnicas de relajación como la meditación u otras que puedan contribuir a reducir el estrés.