La inflamación es la respuesta natural del cuerpo a una lesión o enfermedad. Normalmente dura unos cuantos días y luego desaparece, dependiendo de las causas.

Cuando se presenta inflamación se puede dar con enrojecimiento, hinchazón, dolor físico o aumento del calor en una zona del cuerpo afectada. Su propósito es localizar y eliminar lo que está ocasionando el daño, de manera que el organismo pueda comenzar a curarse.

Una de las mejores formas de combatir la inflamación es con la alimentación adecuada. Por ejemplo, se recomienda el consumo de fruta, verduras, algas, legumbres y cereales integrales.

Esto supone la mejor forma de proporcionar al organismo la fibra vegetal que necesita para favorecer la buena marcha del intestino, mantener la microflora en equilibrio y contribuir a la eliminación de las sustancias de desecho que, de no ser así, pasarían al torrente sanguíneo favoreciendo la inflamación, indica el portal especializado Infosalus.com.

La dieta diaria debe incluir algunos tipos de vitaminas que son clave en los procesos de desinflamación, gracias a que son ricas en antioxidantes, precisa el portal Mejor con Salud.

Una de ellas es la vitamina A que, según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, regula los procesos inflamatorios, pues ayuda a disminuir los niveles sistémicos del mediador inflamatorio conocido como MCP-1.

Esta vitamina ayuda a aliviar el dolor en los músculos y las articulaciones que pueden estar afectados por inflamaciones, además de ser necesaria para mantener una vista y piel saludables. También contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y aporta en el crecimiento y cuidado del tejido muscular, así como al metabolismo del hueso.

La vitamina A se encuentra tanto en alimentos de origen vegetal como animal. Según MedlinePlus, puede hallarse en el hígado de res y otras vísceras, algunos tipos de pescado como el salmón y aceite de hígado de bacalao, los huevos, productos lácteos como queso y leche fortificada, cereales para el desayuno fortificados, frutas y verduras de color naranja y amarillo, como zanahorias, patatas dulces, mangos y melón y en el brócoli, espinaca y la mayoría de los vegetales de hoja verde oscuro.

Vitamina B

La vitamina B es recomendada para atenuar los síntomas propios de la artritis, ya que además de fortalecer el sistema inmunológico, contribuye en la reducción del dolor muscular. Es recomendable consumir, al menos, 50 miligramos de vitaminas del complejo B, divido en dos dosis por día.

Esta vitamina se puede encontrar en alimentos como las vísceras, el huevo, pescados y lácteos, además de los frutos secos, legumbres, cereales y frutas.

Otra vitamina indicada para eliminar la inflamación es la D, que es un esteroide soluble y natural fabricado por el organismo a partir de la luz solar. Así, las personas expuestas a una cantidad normal de sol por día no necesitan suplementos adicionales.

Un estudio realizado por la Universidad de Sevilla, citado por el portal Mejor con Salud, indica que es un elemento útil para combatir la inflamación. Además de la luz solar, la vitamina D puede obtenerse al consumir: pescado, ostras, jamón y lácteos.

En el listado también aparece la vitamina C, que ayuda a aliviar el dolor muscular y articular a través de la protección y curación de los tejidos musculares. Según esta investigación realizada por la Universidad de California, una alta ingesta de ésta ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo. Para consumirla, las personas deben comer naranjas, kiwi, tomillo, coliflor y guayabas.

La vitamina E es otra de ellas. Se trata de un compuesto orgánico esencial para la salud del cuerpo humano. Los expertos recomiendan consumir al menos 15 miligramos de éste nutriente por día en los adultos. Debido a que el organismo no puede producirla de forma natural, es importante consumir productos alimenticios que la contengan, tales como frutos secos, aceites vegetales, semillas de girasol, mango y kiwi.

Por último y no menos importante, está la vitamina K, que previene la inflamación al inhibir los marcadores proinflamatorios producidos por los glóbulos blancos, denominados monocitos. Ésta se puede hallar en espinacas, acelgas, perejil, lechuga, brócoli y coliflor.

Aunque estas vitaminas son clave para el organismo, la recomendación de los especialistas es que no se consuman en exceso, pues también puede ser contraproducentes.