La menopausia es la época de la vida de una mujer en la cual deja de tener menstruaciones y suele ocurrir naturalmente, con mayor frecuencia después de los 45 años, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Ahora bien, es importante señalar que, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, las causas de la menopausia son:
- El deterioro natural de las hormonas reproductivas. Al acercarse a los cuarenta años de edad, los ovarios comienzan a producir menos estrógeno y progesterona (las hormonas que regulan la menstruación), por lo que la fertilidad disminuye.
- Cirugía para extirpar los ovarios (ooforectomía). Los ovarios producen hormonas, como el estrógeno y la progesterona, que regulan el ciclo menstrual. La cirugía para extirpar los ovarios provoca la menopausia inmediata.
- Quimioterapia y radioterapia. Estas terapias contra el cáncer pueden inducir la menopausia, lo que provoca síntomas como sofocos durante el curso del tratamiento o poco después de este.
- Insuficiencia ovárica primaria. Cerca del 1 % de las mujeres experimenta la menopausia antes de los 40 años (menopausia prematura) y puede ser el resultado de una insuficiencia ovárica prematura (cuando los ovarios no producen niveles normales de hormonas reproductivas) debido a factores genéticos o a una enfermedad autoinmunitaria.
Además, la biblioteca explicó que una mujer llega a la menopausia cuando no tiene un período menstrual durante un año y los cambios y los síntomas pueden empezar varios años antes e incluyen:
- Cambio en las menstruaciones: Más o menos duraderas, más o menos profusas, con más o menos tiempo entre los períodos.
- Calores y/o sudoración nocturna.
- Sequedad vaginal.
- Cambios de humor.
- Dificultad para concentrarse.
- Menos cabello y más vello facial.
Dicho lo anterior, el portal Salud180 reveló que las vitaminas que son ideales para suavizar los efectos de la menopausia son:
Vitamina C: esta vitamina regula la producción de estrógenos y las dosis diarias recomendadas por los Institutos Nacionales de Salud (NIH por su siglas en inglés) son:
- Bebés hasta los 6 meses de edad: 40 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 50 mg
- Niños de 1 a 3 años: 15 mg
- Niños de 4 a 8 años: 25 mg
- Niños de 9 a 13 años: 45 mg
- Adolescentes (varones) de 14 a 18 años: 75 mg
- Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años: 65 mg
- Adultos (hombres) 90 mg Adultos (mujeres): 75 mg
- Adolescentes embarazadas: 80 mg
- Mujeres embarazadas: 85 mg
- Adolescentes en período de lactancia 115: mg
- Mujeres en período de lactancia: 120 mg
Vitamina E: “ayuda a reducir algunos de sus síntomas como los bochornos o el insomnio”, según el portal y las dosis diarias son:
- Bebés hasta los 6 meses de edad: 4 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 5 mg
- Niños de 1 a 3 años de edad: 6 mg
- Niños de 4 a 8 años de edad: 7 mg
- Niños de 9 a 13 años de edad: 11 mg
- Adolescentes de 14 a 18 años de edad:15 mg
- Adultos: 15 mg
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 15 mg
- Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 19 mg
Vitamina D: cuida los huesos y evita que estos se desgasten en esta etapa. Por ello, las dosis son:
- Bebés hasta los 12 meses: 10 microgramos (mcg).
- Niños de 1 a 13 años: 15 mcg.
- Adolescentes de 14 a 18 años: 15 mcg.
- Adultos de 19 a 70 años: 15 mcg.
- Adultos mayores de 71 años: 20 mcg.
- Mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 15 mcg.
Vitaminas del grupo B: Las vitaminas del complejo B son la tiamina, la riboflavina, la niacina (ácido nicotínico), la niacinamida (nicotinamida), el grupo de vitaminas B6 (que incluye la piridoxina, el piridoxal y la piridoxamina), la biotina, el ácido pantoténico, el ácido fólico y la vitamina B12, las cuales contienen sustancias que el cuerpo necesita para crecer y desarrollarse normalmente, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.