La trigonelina (TG) es un alcaloide vegetal que se encuentra en el café, así como en las semillas de fenogreco y el rábano; posee propiedades de mejora cognitiva, según un estudio realizado por investigadores dirigidos por la Universidad de Tsukuba, quienes se han dedicado a estudiar los efectos de este compuesto en la memoria y el aprendizaje espacial.
En medio de la investigación se pudo determinar que la trigonelina ayuda a adquirir, retener, estructurar y aplicar información relacionada con el entorno físico circundante desde una perspectiva tanto cognitiva como de biología molecular de manera integrada. Para demostrarlo, los investigadores emplearon un modelo propenso a ratón con senescencia acelerada (SAMP8).
Esta investigación, publicada en Gerociencia, se enmarca dentro de la búsqueda de compuestos naturales funcionales que puedan mejorar el deterioro cognitivo relacionado con la edad; ha surgido recientemente como un importante foco de investigación para promover un envejecimiento saludable.
Después de la administración oral de TG a ratones SAMP8 durante 30 días, la prueba del laberinto acuático de Morris indicó una mejora significativa en el aprendizaje espacial y el rendimiento de la memoria en comparación con los ratones SAMP8 que no recibieron TG. A continuación, los investigadores realizaron un análisis transcriptómico del genoma completo del hipocampo para explorar los mecanismos moleculares subyacentes.
Descubrieron que las vías de señalización relacionadas con el desarrollo del sistema nervioso, la función mitocondrial, la síntesis de ATP, la inflamación, la autofagia y la liberación de neurotransmisores estaban significativamente moduladas en el grupo de TG. Además, el equipo de investigación descubrió que los TG suprimían la neuroinflamación al regular negativamente la activación del factor de transcripción NF-B mediada por el factor de señalización Traf6.
Además, el análisis cuantitativo de proteínas confirmó que los niveles de citocinas inflamatorias TNF-a e IL-6 disminuyeron significativamente y los niveles de los neurotransmisores dopamina, noradrenalina y serotonina aumentaron significativamente en el hipocampo. Estos hallazgos sugieren la eficacia de los TG para prevenir y mejorar el deterioro de la memoria del aprendizaje espacial relacionado con la edad.
Un estudio en ratones apunta que la terapia con células madre podría proteger contra la pérdida de memoria del alzhéimer
Otro estudio de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) demostró que los trasplantes de células madre hematopoyéticas pueden proteger contra la pérdida de memoria, la autoinflamación y la acumulación de B-amiloide en ratones con alzhéimer.
Las terapias con células madre ya se utilizan para tratar diversos tipos de cáncer y trastornos de la sangre y del sistema inmunitario. En esta nueva investigación, publicada en la revista científica Cell Reports el trasplante de células madre y progenitoras hematopoyéticas fue eficaz para rescatar múltiples signos y síntomas del alzhéimer en un modelo de ratón de la enfermedad.
Los ratones que recibieron células madre hematopoyéticas sanas mostraron una memoria y cognición preservadas, una neuroinflamación reducida y una acumulación de B-amiloide significativamente menor en comparación con otros ratones con dicho padecimiento.
“El alzhéimer es una enfermedad muy compleja, por lo que cualquier tratamiento potencial tiene que ser capaz de dirigirse a múltiples vías biológicas. “Nuestro trabajo demuestra que el trasplante de células madre y progenitoras hematopoyéticas tiene el potencial de prevenir las complicaciones del alzhéimer y podría ser una vía terapéutica prometedora para esta enfermedad”, resaltó la autora principal del estudio, Stephanie Cherqui.
El éxito de la terapia radica en sus efectos sobre la microglía, un tipo de célula inmunitaria del cerebro. La microglía está implicada de diversas maneras en el inicio y la progresión de la enfermedad de alzhéimer.
Se sabe que la inflamación sostenida de la microglía puede contribuir al alzhéimer, ya que la liberación de citoquinas inflamatorias, quimiocinas y proteínas del complemento conduce a una mayor producción de B-amiloide.
En condiciones sanas, la microglía también desempeña un papel importante en la eliminación de las placas de B-amiloide, pero esta función se ve afectada en la enfermedad de alzhéimer. La consiguiente acumulación de B-amiloide también ejerce presión sobre otras células cerebrales, como las endoteliales, que afectan al flujo sanguíneo al cerebro.
*Con información de Europa Press.