De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una causa común de muerte que en 2020 cobró la vida de casi 10 millones de personas, siendo el de mama, colon, próstata y pulmón enfermedades con el mayor número de casos.
Sin embargo, cualquier parte del cuerpo está propensa a desarrollar un cáncer porque las células se multiplican de manera irregular. Según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), “es posible que el cáncer comience en cualquier parte del cuerpo humano, formado por billones de células”.
Es así como el sarcoma es un cáncer ‘desconocido’, pero peligroso, que pasa desapercibido afectando los huesos y los tejidos blandos “que conectan, sostienen y recubren otras estructuras del cuerpo”, según la Clínica Mayo.
Es importante aclarar que no es solo un tipo de cáncer, sino un conjunto de más de 70 clases que se ubican en distintas partes del cuerpo, ya que al afectar los tejidos blandos, impactan negativamente los vasos sanguíneos, los tendones o las articulaciones, por ejemplo.
Los síntomas de esta enfermedad que se considera silenciosa son dolor en los huesos, dolor abdominal, pérdida de peso y fracturas óseas.
Según el centro especializado, el sarcoma se desarrolla por diferentes factores de riesgo, como los genéticos, y los tratamientos médicos. No obstante, la exposición a algunos virus y las sustancias químicas también guardan relación.
Tipos de sarcoma
Tal y como se mencionó, existen más de 70 tipos de sarcoma, entre los cuales se destacan:
- Angiosarcoma: según la American Cancer Society, es un cáncer ‘poco común’ que tiene un origen en las células que componen los vasos sanguíneos que es ocasionado por radioterapias. Es una enfermedad silenciosa porque se puede detectar hasta 8 años después de que una persona se somete a una radioterapia en el seno.
- Osteosarcoma: esta enfermedad sí es común e inicia en las células de los huesos que se extiende de manera incontrolada por todo el cuerpo. “El osteosarcoma tiende a ocurrir en adolescentes y adultos jóvenes, pero también puede ocurrir en niños pequeños y adultos mayores”, menciona la Clínica Mayo.
- Sarcoma epitelioide: puede iniciar debajo de la piel del antebrazo, la rodilla, la mano y los dedos. A esta enfermedad se le debe prestar atención, porque según la Clínica Mayo, la presencia de bultos pueden ser síntomas de alerta.
- Liposarcoma: en este caso los adultos mayores son los que suelen estar más propensos, sin que los jóvenes estén exentos. El centro especializado menciona que su origen apunta a las células adiposas, mismas que conservan energía en el cuerpo.
- Sarcoma de Kaposi: la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) señala que este tipo de sarcoma suele aparecer en la piel de la garganta, la boca y la nariz, en forma de parches. Es causado por una infección del virus herpes 8 (VHH-8).
- Sarcoma sinovial: la entidad explica en su página principal que este sarcoma afecta las articulaciones. Lo que quiere decir que no afecta el líquidos sinovial.
Dentro de los tratamientos que existen para combatir estos tipos de cáncer, según sea su causa, se encuentran las cirugías, añade la Clínica Mayo. Asimismo, la quimioterapia y la radioterapia.
Se debe tener en cuenta que un sarcoma no es lo mismo que un carcinoma. De acuerdo con el Grupo Español de Investigación en Sarcomas (Geis), el sarcoma no guarda relación con las glándulas, lo que sí ocurre con los cánceres más conocidos como el de próstata, pulmón, colon y seno.
Finalmente, es importante consultar frecuentemente a un profesional de la salud para descartar posibles afecciones o detectar las etapas de las mismas.