La papaya es una fruta que se caracteriza por aportar varias propiedades a la salud, por su contenido de fibra, agua y vitaminas y minerales.
De hecho, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar ‘Tua Saúde’ reveló que la papaya es ideal para el estreñimiento, pero adicional es indicada en las dietas para el control de peso, debido a que aumenta la sensación de saciedad.
Asimismo, el portal señaló que “su consumo está relacionado con la prevención de enfermedades degenerativas, como cáncer de piel e intestino, por ejemplo”.
Adicional, el portal SaberVivirTV reveló que por los betacarotenos que tiene la papaya “protege los tejidos epiteliales del pulmón y favorece la regeneración de las mucosas dañadas e inflamadas en numerosos trastornos respiratorios (asma, bronquitis, Enfermedad pulmonar obstructiva crónica)”.
Sobre la misma línea, “por tener óptimas cantidades de vitamina C, vitamina A y carotenoides, compuestos con acción antioxidante y antiinflamatoria, la papaya fortalece el sistema inmunológico, ayudando a combatir virus, bacterias y hongos”.
Información nutricional por 100 gr de papaya
- Agua: 90,40 %
- Energía: 45 kcals
- Carbohidratos: 91 g
- Proteína: 0,6 g
- Grasas: 0,1 g
- Fibras: 2,3 g
- Magnesio: 22,1 mg
- Potasio: 126 mg
- Vitamina A: 135 mcg
- Carotenos: 810 mcg
- Licopeno: 1,82 mg
- Vitamina E: 1,5 mg
- Vitamina B1: 0,03 mg
- Vitamina B2: 0,04 mg
- Vitamina B3: 0,3 mg
- Folato: 37 mcg
- Vitamina C: 68 mg
- Calcio: 21 mg
- Fósforo: 16 mg
- Magnesio: 24 mg
- Hierro: 0,4 mg
- Selenio: 0,6 mcg
- Colina: 6,1 mg
Respecto al consumo, Tua Saúde indicó que “la recomendación mínima diaria de frutas es entre dos a tres porciones, lo que corresponde entre 160 a 240 g de papaya por día”.
Además, esta fruta se puede consumir de diferentes formas como, por ejemplo, “fresca, deshidratada o en forma de jugos, batidos y ensaladas de frutas”.
Ahora bien, para obtener los beneficios mencionados anteriormente, la papaya debe ser consumida en conjunto con una dieta equilibrada y saludable que debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
Asimismo, para el cuidado de los pulmones y de la salud, es importante hacer ejercicio y las recomendaciones la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugieren realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, aunque también es válido realizar una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
Por su parte, para mantener los pulmones sanos se debe:
- Dejar de fumar. Fumar es la principal causa de muerte por cáncer de pulmón. Además, fumar causa enfermedades pulmonares, como enfisema y bronquitis crónica. Fumar también empeora el asma. Asimismo, los fumadores son más propensos a las infecciones respiratorias, como los resfriados, la gripe y la bronquitis. Adicional, fumar aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades de los ojos relacionadas con la edad, como la degeneración macular y las cataratas, y puede dañar el nervio óptico.
- Evitar el humo de segunda mano (fumador pasivo).
- Limitar la exposición a la contaminación atmosférica exterior
- Reducir la contaminación atmosférica interior.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.