En los últimos años, han venido creciendo algunas tendencias sobre la belleza, la salud, la moda, entre otros, como el estilo de vida saludable, promoción del ejercicio, las invitaciones a caminar y demás, así como también se ha intentado romper con el estereotipo de que la mujer con algunos kilos de más no es bella.
Sin embargo, muchas personas durante la pandemia en 2020, por ejemplo, bajaron drásticamente de peso, pues emplearon su energía en hacer ejercicio en casa y así lograron tener un peso ideal, conforme a su estatura, pues por algunos hábitos que sostenían no lo tenían.
De hecho, uno de esos casos más famosos es el de la reconocida actriz de Hollywood, Rebel Wilson, quien se caracterizaba por ser la actriz curvilínea, que se quitó esos kilos de más con ejercicio.
En ese sentido, hay que decir que los hábitos influyen y muchas veces determinan el comportamiento del cuerpo ante diversas circunstancias y son estos, los que influyen en un buen funcionamiento del organismo.
Como por ejemplo, beber agua con frecuencia, caminar, tomar sol, hacer ejercicio o comer ciertos alimentos pueden ayudar a mantener un peso saludable, o, por el contrario, favorecen la aparición de enfermedades de todo tipo, ya sean musculares, en los órganos vitales (corazón, riñones, pulmones, estómago, etc.).
Por ello, también es importante tener una dieta balanceada con frutas, verduras y líquido que ayude a mantener una buena salud.
En ese orden de ideas, entra en el panorama un hábito al que las personas no le dan la importancia que realmente merece, y es el hecho de dormir, que es vital para gozar de una buena salud y un óptimo funcionamiento del cuerpo.
Y es que el sueño es relevante, de acuerdo con Infosalus, porque en ese momento el cuerpo “al dormir segrega melatonina, una hormona que interviene en la regulación del sistema inmunológico (defensas). En la columna vertebral, los discos intervertebrales se regeneran y se rellenan de una sustancia fundamental para ejercer su función amortiguadora; así como la piel y la vista se regeneran a lo largo de la noche”.
Además de esto, aunque para muchos sea increíble que el hecho de dormir pueda influir en el peso, esto sí afecta. Esto, porque no dormir bien puede afectar el metabolismo (lo que podría desencadenar un aumento del peso corporal), debido a que “se descontrolan los niveles de leptina y grelina en el cuerpo, las hormonas encargadas del apetito y de crear una sensación de saciedad”, agrega Infosalus.
Mientras que, según HM Hospitales, quienes “duermen menos de 7 horas o trabajan de noche, activan un gen llamado ‘Period’, que se relaciona con la obesidad y el riesgo cardiovascular. Dicho gen, se encarga de regular los horarios de sueño y los cambios de humor estacionales. ‘En niños y adolescentes la relación entre la obesidad y el sobrepeso y el dormir poco es mayor’”, como revela el programa de estudio europeo denominado ‘Helena’.
Sumado a esto, cuando en las noches no se duerme bien, aumenta el apetito y ello genera más y más ganas de comer, así como estas se acrecientan cuando es la hora de dormir, por eso muchas veces en la noche, a altas horas, se busca comer.
De acuerdo con Medline Plus, es tan importante que no hacerlo; es decir, no dormir, puede ocasionar sensación de cansancio y afectar el “rendimiento, incluyendo su capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos. Esto puede llevarlo a tomar malas decisiones y ponerse en situaciones de riesgo”.