La piel es el órgano externo más grande que tiene el cuerpo humano. Entre las principales funciones de ella está proteger al organismo de factores externos como bacterias, sustancias químicas y la temperatura. Por ello, los signos de la edad se expresan mayoritariamente en este órgano.
Además, como la mayoría de los órganos, la piel cambia a medida que el cuerpo envejece y se hace inevitable la aparición de, por ejemplo, las arrugas. Elementos en el ambiente, como la luz ultravioleta (UV) del sol, también pueden hacer que la piel se vuelva menos elástica.
Así mismo, este órgano posee cualidades insuperables en cuanto a impermeabilidad, autoreparación, autolubricación y eliminación de residuos, según explica la entidad española Sanitas.
También, el estado de la piel puede reflejar tanto la salud física como la mental, pues los cambios que tenga en cuanto a color, textura o con la manifestación de protuberancias o manchas, pueden avisar de enfermedades internas.
A pesar de lo anterior, mantener una piel tersa es el objetivo de muchas personas que diariamente acuden a rutinas de belleza. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que existen otros factores que pueden intervenir en el su estado.
Por ejemplo, el portal especializado Mejor con salud ha informado que existen algunos alimentos que, debido a sus compuestos, dañan la piel. Algunos de ellos, son:
1. Camarones y langostas: estos alimentos en ocasiones contienen grandes cantidades de yodo que pueden conducir a la aparición de imperfecciones como el acné. Lo mejor es consumir estos productos una o dos veces al mes.
2. Lácteos: tanto la leche como el yogur y el queso, son alimentos con un alto valor proteico que favorecen la producción de colágeno en el organismo. Sin embargo, los expertos aconsejan escoger este tipo de lácteos desnatados, para evitar las grasas saturadas.
3. Embutidos y carnes: normalmente, los embutidos contienen altos niveles de grasas saturadas y de nitratos, dos ingredientes que pueden generar inflamación en todo el cuerpo, un proceso que culmina en el envejecimiento celular.
4. Harina refinada: favorecen la retención de líquidos y, por lo tanto, la formación de celulitis, según afirma La Vanguardia. En este sentido, es clave sustituir este tipo de alimentos por versiones integrales que contienen fibra y que son más fáciles de metabolizar en el organismo.
5. Fritos y grasas: cuando los alimentos se fríen en grandes cantidades de aceite, destruyen el colágeno y generan la aparición de arrugas de manera prematura. Además, pueden producir problemas cardiacos.
Además de evitar el consumo de los alimentos anteriores, existen algunos hábitos que es posible seguir para mantener una piel saludable a pesar de la edad. El portal especializado Salud180 listó algunos de ellos que se pueden seguir después de los 60 años:
- Lavado frecuente: es uno de los procesos más habituales de belleza; esta práctica ayuda a eliminar las impurezas y células muertas que se acumulan en la zona a lo largo del día. Sin embargo, hay que realizarlo con los productos específicos para el cuidado de la piel.
- Hidratación: algunos adultos mayores también pueden notar resequedad en la piel que, si bien se puede presentar en el rostro, es más común que afecte a los codos y el interior de las piernas y brazos. Para evitarla, es posible recurrir a las cremas especiales.
- Atención médica: cuando llega esta edad, antes de recurrir a remedios caseros o el uso de nuevos productos, se debe consultar a un especialista en dermatología con el fin de determinar que las imperfecciones que surgen sean producto de los años y no de otra patología.