El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que el portal de la Biblioteca de Medicina de EE. UU. Medline Plus define como un tipo de trastorno del movimiento.

La Clínica de la Universidad de Navarra señala que esta enfermedad ocurre en los pacientes que tienen una reducción en la disponibilidad cerebral de dopamina, lo que conlleva a “una disfunción en la regulación de las principales estructuras cerebrales implicadas en el control del movimiento”, explica la institución.

Esta enfermedad implica un tratamiento farmacológico, como también se deben realizar algunos cambios en la rutina diaria, particularmente en la alimentación.

En pacientes con Parkinson es importante tener en cuenta factores como: comer cinco veces al día, no permitirles hablar mientras comen, se debe adaptar el régimen alimentario si se presentan otras patologías como diabetes mellitus, colesterol alto o hipertensión arterial; los alimentos deben estar a la temperatura adecuada porque en fases avanzadas no logran distinguir si están calientes o fríos y podrían lastimarse.

En la dieta de pacientes que sufren de Parkinson lo ideal es restringir o limitar alimentos como las carnes ricas en grasas: el pato, cerdo y ternera; las carnes curadas o ahumadas, charcutería como los patés y salchichas; los pescados adobados y las vísceras; las frutas escarchadas; las bebidas alcohólicas y estimulantes como el café; el aceite de coco; el tocino, las comidas rápidas y los dulces de repostería rellenos o todos aquellos que sean azucarados, así lo describen en el portal Parkinson y salud.

En el mencionado portal también señalan que hay un grupo de alimentos que se pueden consumir de forma moderada, entre ellos están: la mayonesa, nata, gelatinas, salsas comerciales y bebidas refrescantes.

Esta enfermedad también implica una alimentación especial, la cual debe contener nutrientes como vitaminas B, A, C y E.

La levodopa es un aminoácido que el cuerpo utiliza para producir neurotransmisores como la noripinefrina y la dopamina. Según Parkinson y salud: “por causas desconocidas, en el Parkinson se produce una pérdida progresiva de las neuronas que sintetizan la dopamina y el organismo empieza a fallar”.

Debido a esta deficiencia, es importante para los pacientes de esta enfermedad incluir en la dieta alimentos que contienen levodopa:

Habichuelas o habas: en las semillas, en las flores de las plantas y en menor cantidad las hojas. Expertos señalan que estas aumentan la levodopa en la sangre y aporta beneficios en las primeras fases de la enfermedad.

El fríjol terciopelo que es una leguminosa de la India utilizada comúnmente en la medicina Ayurveda. Además, el banano es un fruto que contiene esta sustancia que es importante para tratar el Parkinson.

En el portal de la Asociación de San Diego de Parkinson señalan que la mayoría de los expertos recomiendan la dieta mediterránea, pero advierten que se debe consultar con el médico la dieta más indicada cuando se sufre de esta enfermedad.

En el mencionado portal destacan que hasta el 30% de las personas con Parkinson leve o moderado corren riesgo de desnutrición por una “disminución del apetito relacionada con depresión, estreñimiento, náuseas, apatía”.

Sobre la pérdida de peso en pacientes con Parkinson, un estudio científico publicado en European Journal of Clinic Nutrition indicó que el 52% de los enfermos adelgaza y más del 20% puede perder más de 10 kilos de peso.

Los especialistas de la Unidad de Párkinson del Centro Médico Teknon aconsejan que los pacientes con Parkinson deben “tomar cantidades pequeñas de comida, beber agua fría antes de comer (y espesar el líquido si es necesario) en caso de tos y atragantamiento”, en palabras que cita el portal Alimente. Cuando hay mucha dificultad para manipular los alimentos sólidos en la boca, estos se pueden mezclar con caldo, verdura o legumbres hasta conseguir una consistencia similar a la de un puré o una crema.