El sarro es la capa pegajosa que se forma en los dientes debido a la acumulación de bacterias, y no se retira, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
“La placa se forma en los dientes cuando los almidones y los azúcares de la comida interactúan con las bacterias que se encuentran frecuentemente en la boca. La placa puede endurecerse bajo la línea de la encía y convertirse en sarro dental si queda en los dientes. El sarro dental es más difícil de extraer”, explicó Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
De hecho, en varias oportunidades de ha dicho que el bicarbonato de sodio podría quitar el sarro de los dientes, pero como ya se dijo, este es más difícil de extraer, y adicional, puede ocasionar daños en los dientes, pues esta sustancia es muy agresiva con la dentadura.
“El bicarbonato, usado en exceso para el propósito de blanquear la dentadura puede llegar a dañar el esmalte. Además, las encías también pueden verse afectadas con el uso frecuente de bicarbonato a modo de dentífrico, pues el cepillado vigoroso con bicarbonato de sodio puede producir que las encías terminen inflamándose, sangren o duelan”, señaló el Centro Odontológico VillaNueva.
Por ello, lo recomendado es no utilizar esta sustancia en los dientes, ya que puede dañar la dentadura, pero en caso de tomar la decisión de utilizar bicarbonato de sodio, lo que se debe hacer es después de lavar los dientes, aplicar bicarbonato en el cepillo, y cepillar los dientes, pero esto se debe realizar esporádicamente. Es decir, máximo una vez al mes.
En cambio, lo que recomiendan los expertos son:
1. Cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta dental con fluoruro, y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos recomendaron:
- Cepillar suavemente con movimientos circulares pequeños. No frotar con fuerza de un lado a otro.
- Cepillar todos los lados de cada diente.
- Cepillar la lengua.
2. Limpiarse entre los dientes todos los días con hilo dental o algún producto similar.
3. Comer con inteligencia: limitar los alimentos azucarados entre comidas.
4. No fumar ni masticar tabaco.
5. Visitar regularmente al dentista o a otro profesional de salud dental.
6. Beber agua con flúor. Beber agua con la cantidad adecuada de flúor protege los dientes durante el día.
Finalmente, es importante señalar que el cuidado de la salud bucal es importante en las personas que presentan enfermedades generales como hipertensión, diabetes, cáncer, VIH, enfermedades respiratorias, entre otras, para reducir el riesgo de que además presenten sobreinfecciones de origen en la boca.
Referencias
- Placa y sarro en los dientes - Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos
- La higiene oral - Institutos Nacionales de Salud