La relación que tienen los hermanos gemelos, sus similitudes y, por supuesto, las características que los diferencian han despertado la curiosidad de la ciencia.
Aunque genéticamente los gemelos comparten una gran cantidad de aspectos comunes, lo cierto es que hay otros asuntos en los que no coinciden, como su personalidad. Hay factores ambientales, sociales y de crianza que pueden generar que su desarrollo sea distinto conforme crecen e incluso hay algunos que muestran enormes diferencias una vez llegan a la edad adulta.
Pero un dato que pasa desapercibido para la mayoría de la gente es que algunos gemelos se parecen más entre sí que otros. De hecho, la ciencia los clasifica en dos tipos: unos son los gemelos idénticos y otros los gemelos fraternos.
“Los gemelos idénticos o monocigóticos (MZ) tienen la misma composición genética. Poco después de que un solo óvulo haya sido fertilizado por un solo espermatozoide, el óvulo fertilizado (o cigoto) se divide por la mitad. En lugar de convertirse en un solo individuo, el óvulo fertilizado se desarrolla en dos individuos con la misma composición genética”, explica el Centro de Minnesota para la Investigación de Gemelos y Familias en su repositorio web.
Mientras tanto, con el término de gemelos fraternos (también conocidos como mellizos), los científicos se refieren a parejas de hermanos que comparten cerca del 50 % de sus genes. Aunque se desarrollan al tiempo en el vientre, su fertilización se da en procesos independientes. Así mismo, no tienen tantas similitudes como los gemelos idénticos.
Si bien existe la posibilidad de que un embarazo de gemelos fraternos dé a luz a dos personas de diferentes sexos, lo cierto es que en el caso de los gemelos idénticos siempre resultan del mismo sexo.
La probabilidad de que un embarazo sea de gemelos, según anota el centro de investigación, puede variar de país a país. Hay lugares del mundo donde la frecuencia de partos de gemelos es de 1 entre 70. En otros, puede ser menos frecuente y presentarse un caso por cada 145 nacimientos.
Las pequeñas diferencias entre gemelos idénticos
La verdad es que el término de gemelos idénticos puede resultar engañoso en la medida en que, como se dijo, hay aspectos en los que son tan únicos como cualquier otro ser humano. Una de esas características son las huellas dactilares, que usualmente se usan para identificar a las personas y se han vuelto cada vez más útiles para implementar protocolos de seguridad y recolección de datos como los registros biométricos.
Un artículo científico publicado en la revista Plos One, de la Public Library of Science de Estados Unidos, muestra los esfuerzos que hicieron unos investigadores para estudiar las huellas dactilares de varios gemelos idénticos.
Si bien es sabido que no tienen la misma huella dactilar, los autores del estudio sí encontraron que la probabilidad de que tengan patrones similares en sus dedos es más alta.
“La probabilidad de que las huellas dactilares sean del mismo tipo de gemelos idénticos es 0,7440, en comparación con 0,3215 de gemelos no idénticos”, advierte la investigación.
“Para los dedos correspondientes de gemelos idénticos que tienen el mismo tipo de huella dactilar, la distribución de probabilidad de los cinco tipos principales de huellas dactilares es similar a la distribución de probabilidad para todos los tipos de huellas dactilares de los dedos”, añade el artículo.
De acuerdo con la publicación estadounidense Healthline, especializada en asuntos de salud, en la actualidad no hay investigaciones científicas que hayan encontrado que las huellas dactilares de los gemelos lleguen a ser idénticas.
¿La razón? Todo tiene que ver con la forma en la que se moldean las huellas dactilares en cada individuo. Si bien Healthline indica que hay varios factores genéticos que intervienen en esa sutil parte del cuerpo, lo cierto es que los factores ambientales en el útero también juegan un papel fundamental.
El medio estadounidense indica que, entre otros aspectos que pueden influir en la formación de las huellas dactilares, están el tipo de nutrientes que recibe el feto, la longitud del cordón umbilical y la presión sanguínea, entre otros.