Puede que alguna vez le haya sucedido que come y, aunque no haya pasado mucho tiempo, tiene nuevamente hambre. Pero, esta situación no le pasa solo a usted sino a muchas personas y por diversos motivos.
Es que existen varias causas que generen esta situación. Por ejemplo, si usted come muy rápido, el cerebro no alcanza a procesar la información y hace que siga comiendo pese a a que su cuerpo ya está lleno.
Sin embargo, esta no es la única causa, lo principal es consultar con un especialista y hacer los respectivos exámenes y evaluar si se trata de alguno de los que aparecen a continuación.
Algunos motivos por el que todo el tiempo se siente con hambre
- Deshidratación: Cuando las personas no se hidratan lo suficiente puede confundirse la sed con el hambre. Tomar agua es fundamental para el ser humano, es por eso que recomiendan tomar este líquido a lo largo del día para evitar complicaciones. Además de la sensación de querer comer, la deshidratación también tiene síntomas como resequedad en la piel, la boca o la lengua.
- Exceso de harinas y azúcares en la dieta diaria: Al momento de comer, lo que se recomienda en la mayoría de los casos es que sea una dieta balanceada. La idea no es eliminar todos los alimentos, sino ser moderado en cantidades y reducir alimentos procesados, con exceso de sodio, grasas saturadas o azúcares. Es por esto que cuando se come en grandes cantidades alimentos como galletas, tortas, pasteles, entre otras, se puede generar un efecto de estar con hambre.
Mucho estrés: En la vida cotidiana se genera estrés por el trabajo, por el caos de las ciudades, por problemas personales y por las diferentes situaciones a las que se enfrenta el ser humano. Esto causa intranquilidad y hace que el estrés consuma a las personas, lo que tiene un efecto en el cuerpo debido a las alteraciones hormonales. Lo anterior se traduce en sensación de hambre, así en realidad estemos llenos.
Falta de sueño.: El sueño es fundamental para el bienestar de las personas. De hecho, un estudio realizado por la Sociedad Europea de Cardiología reveló que la mejor hora para dormir es entre 10:00 y las 11:00 de la noche, pues ayuda a contraer menos enfermedades. Las personas que se acuestan entre las 11:00 y las 12:00 de la medianoche tiene un riesgo de 12 % de sufrir enfermedades cardiacas.
Esto es lo que le sucede a la sangre cuando se come sin tener hambre
Una investigación de la Universidad de Chicago (Estados Unidos) indica que cuando una persona come sin tener hambre genera efectos negativos sobre su cuerpo.
Dicho estudio les pidió a los participantes que calificaran el nivel de hambre que tenían, y acto seguido, que consumieran alimentos con un alto aporte en carbohidratos, lo que permitió medir la glucosa en la sangre.
A partir de ahí se concluyó que quienes comían sin tener hambre elevaban el azúcar en la sangre; mientras que quienes tenían deseos ‘moderados’ de comer, sus niveles de glucosa eran bajos.
No obstante, los expertos de la universidad precisan que los hallazgos son sugerentes, por lo que si se observan síntomas que podrían prever una irregularidad en los niveles de azúcar en la sangre, es importante consultar con un profesional de la salud.
Según MedlinePlus, cuando los índices de glucosa están elevados causan cansancio, pérdida de peso, heridas que no cicatrizan, aumento de sed y micción frecuente; mientras que cuando son bajos suelen estar relacionados con hambre, cansancio, palpitaciones, desmayos y mareos, entre otros.
Finalmente, es crucial no ignorar si es frecuente la pérdida o el aumento del apetito para identificar si existe una enfermedad subyacente.
Incluso, si lo que se busca es perder peso reduciendo el apetito, algunos hábitos contribuyen a ello. Según la revista Cuerpomente, se puede apuntar a disminuir las funciones de la hormona del apetito, con un plan de alimentación saludable.
También se recomienda no tener desórdenes alimenticios, los cuales ocurren por no cumplir con horarios establecidos en la comida. Si bien se entiende que horarios de viajes o de trabajo dificultan su cumplimiento, se aconseja intentarlo o reacomodar dichas comidas.