Contra todo pronóstico, los japoneses tienen uno de los índices de obesidad más bajos del planeta, a pesar de que el arroz es la base de su dieta por tradición.
Este cereal es rico en carbohidratos, es decir, si se consume en exceso, pueden conducir al aumento de peso.
Y no se trata de algo leve, si se tiene en cuenta que una taza de arroz cocido (unos 160 gramos) aporta unas 200 calorías, lo cual no es poco.
De acuerdo con artículo en la sección de Vida moderna de El Español, entre los componentes del arroz blanco, el de consumo más extendido en todas partes, se encuentra también un alto índice glucémico, lo cual aumenta los niveles de azúcar en la sangre y hace al organismo susceptible de ganar kilos con el tiempo.
Otra condición que hace al arroz proclive a elevar el peso es su bajo contenido de fibra, un componente que ayuda a mantener la sensación de saciedad, lo cual es una barrera contra la subida de peso.
El arroz es consumido rápidamente por el cuerpo y eso lleva a que se sienta hambre al rato de haberlo hecho. Para solucionarlo, la persona busca una nueva ración, lo cual lo pone en el camino de ver incrementadas sus medidas corporales.
De acuerdo con el artículo, lo que hace a los japoneses aparentemente inmunes a las calorías, nivel glucémico y falta de fibra del arroz son las condiciones en que lo comen, como las siguientes.
-Porciones discretas
En el país asiático, las raciones del cereal suelen ser de 150 a 200 gramos, es decir, más pequeñas que en otros países, donde pueden alcanzar los 300 gramos.
Es además una cuestión de cómo se aborda la alimentación, ya que los japoneses, que gozan de una cultura que se basa en la sutileza y la mesura, no conciben que haya que llenarse por completo, sino que el apetito se sacia hasta un 80 por ciento, más o menos.
Los utensilios que se utilizan también son claves para mantener el peso controlado. Por ejemplo, en este país asiático, las comidas, -y ello incluye al arroz- se sirven en recipientes pequeños y no se usa el tenedor de occidente, sino los palillos, que, aunque no parezca, terminan teniendo un efecto sobre el peso.
Ello porque estos adminículos, típicos de oriente, ralentizan el ritmo al que se ingieren los alimentos, dado lo cual el cuerpo se toma su tiempo para generar la sensación de saciedad. Además, los palillos facilitan el control de cuánto se come.
-Mezclas dietéticas
Otra clave para que el arroz no ponga en peligro un adecuado peso corporal en Japón es que se consume combinado con gran cantidad de verduras, las cuales sí son bajas en calorías y, por su alto contenido de fibra, generan pronto la sensación de estar lleno.
Ello también tiene ese efecto si el cereal se mezcla con otros alimentos igualmente bajos en calorías, como el arroz, tofu o sopas.
Lo que sucede con este tipo de mezclas es que los alimentos con fibras y proteínas bajan enormemente el índice glucémico de toda la comida.
-La forma de prepararlo
En los países occidentales, el arroz ve elevarse su nivel calórico, debido a que se prepara con aceite, margarina o mantequilla.
En Japón, este alimento también incide menos en el peso, debido a que se prepara al vapor y sin ningún tipo de grasa.
Algunos dirán que el arroz de sushi sí puede hacer subir de peso porque contiene azúcar para darle su necesaria textura melosa.
No obstante, recordó el informe de El Español, si bien esta comida representa a Japón en todo el mundo, lo cierto es que en ese país no es la comida más corriente dentro de su amplia oferta gastronómica.
-Mejor frío
Una costumbre de los japonés muy extendida es consumir el arroz frío. Como se lo expuso la nutricionista Carmen Solis a el periódico, “después de ser cocinado, el arroz se enfría y se vuelve almidón resistente, un tipo de hidrato que el cuerpo no puede digerir completamente y ello provoca sensación de ansiedad”.
-El factor genético
El otro factor que hace que los japoneses no le teman al arroz de cara al peso es más difícil si no imposible de emular.
De acuerdo con una investigación dada a conocer por la revista Evolutionary Applications, citada por El Español, “una serie de adaptaciones genómicas pueden contribuir a mitigar la propagación de la diabetes y la obesidad”.
Ello puede ser el fruto de una dieta milenaria basada en el arroz y es bien sabido que en el oriente de Asia ello ha sido así desde hace más de 10.000 años.
De acuerdo con los autores del estudio, lo más probable es que estas condiciones metabólicas sigan haciendo inmunes a tales poblaciones de las consecuencias adversas de comer comida rica en azúcar procesada y alto grado glucémico.
¿Cuales son los beneficios de consumir arroz para el organismo?
- Aporta energía: el arroz contiene hidratos de carbono complejos y proteína, por lo tanto hace que sea un alimento de gran aporte de energía y es muy recomendado para aquellas personas que realizan actividades físicas.
- Previene el estreñimiento: tanto el arroz blanco como el integral contienen una buena cantidad de fibra, pues este nutriente se encarga que el organismo realice adecuadamente los procesos digestivos, evitando el estreñimiento.
- Evita enfermedades cardiovasculares: este cereal es un alimento bajo en grasa, por lo que lo convierte en una opción para las personas que padecen de colesterol alto en la sangre y afecciones cardíacas.
- Controla la presión arterial: este tipo de alimento usado en las cocinas, tiene poco contenido en sodio, el cual hace que sea una alternativa para las personas con problemas de presión arterial alta.
- Ayuda a la enfermedad celíaca: esta afectación es una reacción inmunológica ante la ingesta de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Pues el arroz es un producto que no contiene gluten lo que es ideal para dichas personas que sufren de esto.
- Protege las células del estrés oxidativo: este cereal contiene compuestos antioxidantes naturales, como las vitaminas A y C que ayudan a proteger las células.
¿Arroz para el Alzheimer?
Además de lo mencionado anteriormente, recientemente se ha trabajado en vincular al arroz, por ser un alimento tan común en todo el mundo, con el combate contra enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
De hecho, un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio, en cabeza del profesor Shoichi Ishiura, han usado la bioingeniería para alterar la planta de arroz con el fin de modificar cierta composición de una de las proteínas que contiene y que es capaz de impactar al cerebro.
Este producto se convertiría en una “vacuna comestible”, de acuerdo con lo que indica el portal especializado Alzheimer Universal.
“En estudios previos, científicos habían tratado de administrar una vacuna para el alzhéimer mediante alimentos como papas o pimientos. En el presente estudio, los investigadores japoneses quisieron reproducir este tipo de “vacuna comestible” en un alimento menos perecedero, más alto en proteínas y más común para su cultura: el conocido arroz japónico o arroz marrón”, señala el sitio.