La espirulina es un alga unicelular azul verdosa famosa por ser una fuente importante de proteínas, vitaminas y minerales, por lo que destaca por su alto valor nutritivo. Además, tiene un efecto saciante.
Según el Grupo de complementos de la Vocalía de Alimentación del COF de Barcelona, la espirulina destaca por tener proteinas. De hecho, tiene una proporción de proteínas superior a la de otras fuentes, proporcionando un 65 por ciento de éstas al organismo.
Además, contiene una cantidad relevante de potasio, magnesio, calcio, zinc, manganeso, selenio, hierro y fósforo. También, tiene la vitamina E y otros elementos que destacan por sus propiedades antioxidantes, betacaroteno y todas las vitaminas del grupo B, según el portal Cuídate Plus.
La espirulina “es un alga unicelular de color verde azulado que se ha popularizado en los últimos años por sus interesantes aportes nutricionales y su riqueza en proteínas. Con forma de espiral, esta alga ya era consumida por los aztecas y es tal su potencial que incluso ha sido incluida como suplemento nutricional para astronautas en misiones espaciales”, según Vanesa León García, nutricionista, dietista y miembro del equipo de Biogran, para el magacín WomensHealth.
Cómo incorporar la espirulina a la dieta
¿Qué cantidad habría que tomar para conseguir beneficios? ¿Se toma en cápsulas o se puede añadir a la comida en polvo? Como aclara Vanesa León, lo más sencillo es comprarla en cápsulas o en polvo.
“Si la consumimos en polvo podemos diluirla en líquidos o utilizarla para elaborar batidos, pero también la podemos espolvorear sobre recetas o incluso añadirla a gazpachos, cremas vegetales, repostería casera, etc.”, dice la nutricionista.
¿Y la cantidad? “La cantidad media recomendada es de unos 3 gramos al día y aunque el consumo pueda ser incremental, es importante que sea de forma progresiva”, subraya.
Otra opción es consumirla en formato de cápsulas, “también con una media de 2-3 g al día”, es decir, 2-3 comprimidos al día”, concluye.
Otros beneficios de la espirulina
Prevenir y tratar la anemia
- La espirulina es una fuente de hierro, un mineral esencial para la producción de hemoglobina, que es un componente de los glóbulos rojos en la sangre.
Combatir la presión alta
- La espirulina es capaz de promover la producción de óxido nítrico, que tiene la función de promover la relajación de los vasos sanguíneos, lo que se traduce en una disminución de la presión arterial.
- Sin embargo, es importante que el uso de la espirulina sea debidamente orientado por el médico para evitar descensos muy grandes de la presión arterial, que pueden ser perjudiciales para la salud.
Favorecer la pérdida de peso
- La espirulina aporta proteínas y buenas cantidades de fibra que aumentan el tiempo de digestión y la sensación de saciedad, ayudando a reducir el consumo de alimentos.
- Además, esta microalga es baja en calorías y tiene buenas cantidades de ácido γ-linolénico, un antioxidante que juega un papel importante en el metabolismo y la reducción de la grasa corporal.
Cuida la salud del corazón
- La ficocianina, principal antioxidante presente en la espirulina, inhibe la absorción de colesterol en el intestino, disminuyendo los niveles de grasa en sangre.
- Además, otros antioxidantes presentes en la espirulina, como el betacaroteno y el ácido gálico, también contribuyen a la reducción de los niveles de colesterol total, colesterol LDL “malo” y los triglicéridos en sangre, y favorecen el aumento del colesterol HDL “bueno”, previniendo el surgimiento de enfermedades cardiovasculares, como el infarto, la aterosclerosis y el ACV.