Dormir es una actividad importante para el cuerpo, ya que a través de él consigue su bienestar. Así lo afirman los National Institutes of Health (NIH) que citando al doctor Merril Mitler explican que “el dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor”.

Entre tanto, el no poder dormir o la falta de sueño “aumenta el riesgo de padecer obesidad, enfermedades del corazón e infecciones. Durante la noche, la frecuencia cardíaca, la frecuencia de respiración y la presión arterial suben y bajan, un proceso que puede ser importante para la salud cardiovascular”, añade.

Lo anterior lo explica asegurando que durante el sueño el cuerpo libera hormonas mismas que restauran las células y regulan la energía, pero “estos cambios hormonales pueden afectar su peso corporal”, precisa.

“La mayoría de las personas tienen insomnio ocasionalmente. Sin embargo, el insomnio crónico (que dura al menos 3 noches por semana durante más de un mes) puede desencadenar graves problemas durante el día, como agotamiento, irritabilidad y dificultad para concentrarse”, señalan los NIH.

De hecho, las siestas de media tarde -si son posibles hacerlas- son beneficiosas para la salud, y un estudio lo confirma.

No poder dormir causa ansiedad, según los NIH. | Foto: Getty Images

Siestas a media tarde

La investigación “Influencia de la duración de la siesta a media tarde y los parámetros del sueño en la codificación de la memoria, el estado de ánimo, la velocidad de procesamiento y la vigilancia”, publicada en la revista Sleep liderado por Ruth LF. Leong, entre otros autores, menciona que la siestas de media tarde pueden llegar a mejorar el estado de ánimo, la memoria y la vigilancia dependiendo el tiempo en el que se tomen.

El artículo científico menciona que 32 adultos jóvenes fueron evaluados en cuatro procesos experimentales en siestas de 10 minutos, 30 minutos y 60 minutos de duración. Los resultados señalaron que las siestas de 10 a 60 minutos impactaron el estado de ánimo combatiendo la somnolencia “hasta 20 minutos después de la siesta”. Pero la memoria se vio beneficiada con una siesta de 30 minutos nada más.

Dormir bien es clave para cuidar la salud cerebral. | Foto: Getty Images

Esto lo corrobora la Fundación Española del Corazón, que asegura que dormir una siesta favorece no solo el cuerpo sino la salud mental, por ejemplo:

  • Reduce la presión arterial alta: menciona un estudio hecho por Allegheny College de Pennsylvania en Estados Unidos, que determinó que quienes dormían una siesta de 45 minutos disminuían su tensión arterial, cuando atravesaban episodios estresantes.
  • Reduce el riesgo de problemas cardíacos: la Fundación también señala que no dormir incentiva a una producción mayor de cortisol que incide en la intolerancia no solo a la grasa sino a la glucosa provocando diabetes y enfermedades cardíacas porque también disminuye los niveles de la hormona del crecimiento.
  • Ayuda a la resolución de problemas: tal y como lo cita, el profesor de psiquiatría de la Harvard Medical School, Robert Stickgold, encontró dentro de sus investigaciones que quienes lograban llegar a la fase REM del sueño “les lleva menos tiempo realizar diferentes conexiones entre ideas”.

Cabe recordar que de acuerdo con el portal Tua Saúde, el sueño REM es una etapa que tiene como particularidad el movimiento ocular rápido, movimientos musculares no voluntarios, y latidos del corazón apresurados, entre otras actividades. Es importante esta fase porque es allí d se procesan los recuerdos, los conocimientos y hasta las experiencias.

La baja actividad física es otra causante para las dificultades al momento de dormir. | Foto: Getty Images / turk_stock_photographer

Durante el sueño una persona transita por varias fases, desde la más leve hasta la más profunda, llegando al sueño REM.

El sitio web señala la importancia de conservar o cambiar hábitos a la hora de dormir para poder llegar a esta fase plenamente. Cabe destacar, que no todas las personas la alcanzan; por ejemplo, el no consumo de cafeína, de alcohol, el no uso del celular minutos antes de ir a dormir y un ambiente totalmente oscuro para que la melatonina cumpla su función, pueden ser favorables para el descanso del cuerpo.