La actividad física regular, como caminar, montar en bicicleta, practicar deportes o participar en actividades recreativas, es muy beneficiosa para la salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, muchas personas hacen ejercicio para adelgazar algunos kilos de más.
La actividad física regular puede mejorar el estado muscular y cardiorrespiratorio, la salud ósea y funcional, reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer (entre ellos el cáncer de mama y el de colon), la depresión, reducir el riesgo de caídas, así como de fracturas de cadera o vertebrales, y ayuda a mantener un peso corporal saludable.
De todos modos, algunas personas hacen ejercicio para lucir un cuerpo tonificado y musculoso, pero para obtenerlo hay que tener constancia y si por alguna situación ajena se deja de hacer ejercicio el cuerpo pierde la forma y “lo habitual es que basten con unas dos semanas para perder la evolución que se tenía, pues en ese tiempo el estado de forma decrecería [...] en el momento en el que se lleva más de cinco días sin practicar ejercicio físico, ya se notan las pérdidas”, según le dijo la entrenadora física y dietista deportiva, Bea Porto a la revista Vogue.
No obstante, señaló que “en general, los deportes de fuerza y velocidad se pierden rápidamente. Sin embargo, los deportes de resistencia (como el ciclismo, el running o la natación), perdurarán mucho más en el tiempo”.
Sobre la misma línea le señaló al medio que si se deja de hacer ejercicio durante dos o tres días no habrá retroceso. Si se deja de hacer ejercicio una semana habrá hinchazón, pero no se pierde la condición física, mientras que si se deja de hacer ejercicio durante un mes la capacidad respiratoria se disminuye y la masa muscular se empieza a perder.
Por su parte, la Organización señaló que indicó que las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre 20 % y 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Sin embargo, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacer ejercicio y, por tal razón los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios. Lo importante es cumplir con los objetivos diarios y las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
¿Qué es la actividad física?
La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona.
Entre las actividades físicas más comunes se destacan: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
Sin embargo, el ejercicio debe estar acompañado de un buen plan de alimentación que esté balanceado y, de una buena hidratación, ya que el cuerpo antes de estar bien por fuera necesita estar bien por dentro, pero es importante consultar a un experto para que guie el proceso, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.