Un nuevo estudio publicado en la revista académica Journal of Personality and Social Psychology reveló que las personas minuciosas y extrovertidas pueden tener más probabilidades de presentar un deterioro cognitivo leve durante su vejez; mientras que las personas neuróticas tienen mayor riesgo de padecer enfermedades cognitivas graves.
El estudio detalla que hay personas que logran superar ciertos episodios de manera más fácil que otras; además, algunas rumian de manera intensa con un pensamiento, desgastando más su capacidad cerebral.
“Los rasgos de personalidad reflejan patrones relativamente duraderos de pensamiento y comportamiento, que pueden afectar acumulativamente a la participación en conductas y patrones de pensamiento saludables y no saludables a lo largo de la vida”, dijo en un comunicado la autora principal de la investigación, Tomiko Yoneda, estudiante de postdoctorado en Psicología en la Universidad de Victoria, Canadá.
La investigación menciona que los diferentes procesos que cada persona debe enfrentar a lo largo de la vida pueden agudizar o evitar la aparición de enfermedades cognitivas; todo dependerá de las situaciones amenas o traumáticas que pudo vivir cada individuo.
“La acumulación de experiencias a lo largo de la vida puede contribuir a la susceptibilidad de determinadas enfermedades o trastornos, como el deterioro cognitivo leve, o contribuir a las diferencias individuales en la capacidad de hacer frente a los cambios neurológicos relacionados con la edad”, añadió.
Richard Isaacson, director de la Clínica de Prevención del Alzhéimer del Centro de Salud Cerebral de la Facultad de Medicina Schmidt de la Universidad Florida Atlantic menciona que algunas personalidades pueden ser mas susceptibles a padecer de alzhéimer, debido a que vienen repitiendo ciertos comportamientos y patrones a lo largo se su vida.
“Algunos rasgos específicos pueden aumentar el riesgo debido a toda una vida de comportamientos que predisponen a una persona a desarrollar un deterioro cognitivo o la enfermedad de alzhéimer, o podría haber un papel biológico más directo relacionado con la patología temprana de la enfermedad”, explica.
Y añadió: “la neurosis es específicamente un rasgo que me viene a la mente, y los metaanálisis anteriores también lo han demostrado. La rumiación y la preocupación están relacionadas con volúmenes cerebrales más pequeños”.
El estudio analizó la personalidad de al menos 2.000 personas que hacían parte del Proyecto Rush de Memoria y Envejecimiento, una investigación de adultos mayores en Chicago que comenzó en 1997.
El estudio examinó el papel de tres rasgos claves de la personalidad: la minuciosidad, la persona extrovertida y la neurosis y la forma en que las personas afrontaban el deterioro cognitivo en la edad avanzada dependiendo de los rasgos de personalidad que presente cada individuo.
La neurosis es un rasgo en la personalidad que afecta la forma en la que una persona maneja el estrés. Estas personas afrontan la vida con ansiedad, enfado y timidez y suelen ver algunos problemas o frustraciones menores como algo irremediable.
Por otra parte, las personas minuciosas tienden a tener alto niveles de autodisciplina, son organizadas y orientadas a una meta, mientras que los extrovertidos viven con entusiasmo y a menudo son asertivos y sociables.
La especialista mencionó que las personas con una puntuación alta en minuciosidad o una puntuación baja en neurosis eran menos propensas a desarrollar un deterioro cognitivo leve durante el transcurso del estudio.
Cada seis puntos adicionales que una persona obtenía en la escala de minuciosidad se “asociaba con un riesgo 22 % menor de pasar de un funcionamiento cognitivo normal a un deterioro cognitivo leve”.
Lo que podría indicar que una persona de 80 años con un alto grado de minuciosidad puede vivir dos años más sin presentar enfermedades cognitivas, en comparación con los que obtuvieron una puntuación baja en ese rasgo. Además ,ser más extrovertido y participativo socialmente parece que podría garantizar un año más de vida sin demencia.