La memoria es una de las partes esenciales de la vida de las personas, pues todos los días se viven diferentes experiencias y se aprenden cosas nuevas, muchas de las cuales quedan guardadas para poner estos conocimientos en práctica en el futuro y que funcionan para relacionarnos, comunicarnos y vivir en sociedad.
El sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, menciona que el cerebro no puede guardar toda la información que sucede a diario, por lo que debe priorizar que momentos vale la pena almacenar, es en ese momento donde entra la memoria, la cual se define como el proceso de almacenamiento para luego recordar esta información.
Existen dos tipos de memoria: la primera es la memoria a corto plazo que se encarga de almacenar la información por unos pocos segundos o minutos, pero después es borrada, o al menos pierde importancia a largo plazo. La segunda es la memoria a largo plazo, la cual amacena los momentos por un periodo de tiempo más largo, por lo general es la que más se utiliza.
Sin embargo, con el paso de los años, es normal que la memoria comience a fallar y algunos momentos se empiecen a olvidar con mayor facilidad, pese a que estos puedan ser importantes para las personas. Por este motivo, una vida saludable y una buena alimentación es clave para cuidar el cerebro y especialmente la memoria.
Existen alimentos específicos que potencializan en mayor medida la memoria y la salud cerebral. Uno de los más recomendados es el brócoli, un vegetal con nutrientes que permiten mejorar la longevidad. Según indica el portal web ABC de España, un estudio publicado en la revista Neurology, este alimento ayuda a entender la relación que existe entre una dieta sana y la prevención de la pérdida de memoria.
Este portal digital asegura que este vegetal es un alimento rico en betacarotenos y fibra, y también en vitaminas A, C, E, K y B, las cuales ayudan a potenciar la memoria y estimulan el funcionamiento cognitivo. Como si fuera poco, contiene colina, un nutriente esencial para la memoria y el cerebro, que a su vez estimula las conexiones cerebrales y el crecimiento de nuevas células.
Además, hay un elemento que es fundamental y que contiene el brócoli. Se trata del sulforafano, una sustancia anticancerígena que aumenta las denominadas “proteínas de choque térmico” que mejoran la comunicación entre neuronas a través de las sinapsis.
“Esta propiedad del sulforafano ha hecho que se investigue su utilidad en el tratamiento del autismo, pues el comportamiento de las personas afectadas por esta enfermedad mejora cuando se estimulan estas proteínas”, asevera el portal mencionado anteriormente.
Para comer este vegetal y aprovechar sus beneficios lo primero que debe asegurarse es que esté en perfecto estado, tanto en textura como en color, ya que siempre debe estar de color verde. Ya para prepararlo lo recomendable es colocarlo en una taza con agua, agregarle unas gotas de vinagre para que el olor del brócoli no se expanda por toda la casa. Otro truco es que los ramilletes que se cortan sean del mismo tamaño para que la cocción se dé por igual en todos ellos.
Después se debe llevarlo a un sartén a fuego medio con una cucharadita de sal. Se debe dejar que hierva y ese será el momento indicado para meter el brócoli cortado y cuando el agua vuelva a hervir, para este proceso es importante calcular entre 3 y 4 minutos para retirarlo del fogón y poder consumirlo.