La esquizofrenia es una enfermedad cerebral grave, debido a que las personas que la padecen interpretan la realidad de manera diferente, es decir, que puede provocar alucinaciones, trastornos y delirios graves en el pensamiento y el comportamiento.
Así las cosas, las personas que padecen esta enfermedad deben recibir tratamiento para toda la vida. En ese sentido, las personas que reciben tratamiento temprano pueden controlar los síntomas antes de que se desarrollen complicaciones más complicadas, motivo por el cual puede mejorar el pronóstico a largo plazo.
Los síntomas de la esquizofrenia pueden ser diferentes entre una persona y otra, pero generalmente se dividen en tres categorías principales: psicóticos, negativos y cognitivos. Cabe indicar que es una enfermedad grave, por el hecho de que, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a 24 millones de personas globalmente.
De acuerdo con Mayo Clinic, la esquizofrenia implica una serie de problemas de pensamiento, emociones y comportamiento. Los síntomas pueden variar, sin embargo, los más comunes son los siguientes:
- Alucinaciones: este síntoma en la mayoría de ocasiones representa ver o escuchar cosas que no existen y pueden presentarse en la noche. No obstante, la persona que padece esta enfermedad considera que son situaciones verdaderas o normales.
- Fantasías: las fantasías son creencias falsas que no cuentan con una base en la realidad. Por ejemplo, la persona puede sentir que está siendo acosado o perjudicado.
- Comportamiento motor desorganizado: de acuerdo con el citado portal, este síntoma puede mostrarse de diferentes maneras, como, por ejemplo, un comportamiento infantil o la agitación impredecible. El comportamiento puede incluir negativas a seguir instrucciones o movimientos excesivos.
- Pensamientos desorganizados: una comunicación eficaz se puede ver afectada, motivo por el cual las respuestas a preguntas pueden no relacionarse a la hora de expresarlas. En ciertas ocasiones, el habla puede incluir el agrupamiento de palabras sin sentido que no se puedan entender.
Aunque se desconoce la causa exacta de la esquizofrenia, existen diferentes factores que aumentan el riesgo de desarrollar esquizofrenia y son los siguientes:
- Consumo de drogas.
- Complicaciones durante el embarazo o nacimiento.
- Antecedentes familiares de esquizofrenia.
Por lo general, el diagnóstico llega entre los 16 y 30 años, luego de que las personas experimenten el primer episodio de psicosis. El paso más importante es iniciar con el tratamiento lo antes posible, debido a que una consecuencia de la esquizofrenia son los cambios graduales den el pensamiento, estado de ánimo y funcionamiento social.
Los síntomas de esquizofrenia en adolescentes son parecidos a los que se presentan en los adultos. Sin embargo, puede ser más difícil para identificar, debido a que algunos síntomas tempranos de la esquizofrenia en los adolescentes son comunes en el desarrollo de la adolescencia y son los siguientes:
- Falta de motivación.
- Depresión.
- Humor irritable.
- Trastornos de sueño.
- Poco desempeño en la escuela.
- Distanciamiento social.
La mayoría de las personas con esquizofrenia no son violentas. En general, estas personas tienen más probabilidad de que otros les hagan daño que las que no tienen la enfermedad. Para las personas con esquizofrenia, el riesgo de hacerse daño o de violencia hacia los demás es mayor cuando la enfermedad no se trata.
Es importante ayudar a las personas que presentan síntomas para que reciban tratamiento lo antes posible, razón por la cual la mejor opción es consultar con un profesional de la salud.
Los tratamientos actuales para la esquizofrenia se centran en ayudar a las personas a controlar sus síntomas, mejorar su funcionamiento diario y lograr metas personales en la vida, como completar su educación, dedicarse a una carrera y tener relaciones satisfactorias. Es por ello que el diagnóstico temprano ayudará ampliamente a las personas.