El jengibre es una raíz o tallo con muchos beneficios gracias a su propiedad antioxidante que se puede obtener en cualquier supermercado o tienda natural en diferentes presentaciones: rallada, en polvo o deshidratada, menciona Tua Saúde.
Científicamente conocido como Zingiber officinale, el jengibre es usado para la pérdida de peso, gracias al gingerol que tiene acciones termogénicas que estimulan el metabolismo quemando la grasa, señala el sitio. Sin embargo, es importante recordar que un plan de alimentación balanceado y una rutina física regular contribuye con el adelgazamiento.
Su acción antioxidante se destaca por estar compuesto no solo de gingerol sino también de zingibereno, y curcumeno que pueden tener un efecto protector de las células del páncreas porque neutralizan los radicales libres que dañan las células del cuerpo, mismo que guardan relación con el envejecimiento prematuro.
Por tanto, Tua Saúde menciona que no solo puede reducir el riesgo de diabetes, sino mejorar la función de la insulina y disminuir la resistencia a ella.
En este sentido, sus antioxidantes, y propiedades vasodilatadores, junto a las anticoagulantes relajan las arterias, permitiendo un buen flujo sanguíneo disminuyendo y controlando la hipertensión.
A su vez, el jengibre es conocido por su capacidad para aliviar las náuseas y los trastornos digestivos. Según el portal Mejorconsalud.com, “el jengibre contiene compuestos activos, como el gingerol, que tienen propiedades antieméticas y antiinflamatorias”. Estos compuestos pueden ayudar a reducir las náuseas causadas por el embarazo, el mareo por movimiento y la quimioterapia. Además, el jengibre estimula la producción de enzimas digestivas, lo que ayuda a mejorar la digestión y aliviar los síntomas de la indigestión.
Otra de sus propiedades para resaltar es su capacidad de aliviar el dolor y desinflamar las articulaciones, en el caso de enfermedades como la artritis que, según un informe, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aseguran que por lo menos 54 millones de estadounidenses padecen esta enfermedad.
En concreto, se cree que esto se debe a su capacidad para incrementar la respuesta digestiva y estimular el vaciado gástrico. Aun así, no se recomienda su consumo en la última etapa del embarazo o en mujeres con antecedentes de aborto. Su ingesta debe ser moderada.
El jengibre contiene antioxidantes y compuestos bioactivos que pueden fortalecer el sistema inmunológico. Es conocido que el consumo regular de jengibre puede ayudar a estimular la función inmunológica y combatir infecciones. El jengibre también tiene propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a prevenir el crecimiento de bacterias y virus en el cuerpo.
Asimismo, puede tener un impacto positivo en la salud cardiovascular. De acuerdo con healthline.com, “el jengibre puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (”colesterol malo”) y los triglicéridos, lo que a su vez puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas”. Además, el jengibre puede ayudar a reducir la presión arterial y prevenir la formación de coágulos sanguíneos, lo que contribuye a la salud general del corazón.
Igualmente, los profesionales de la salud recomiendan actualmente tener una dieta balanceada y consumir varios alimentos para mantener en equilibrio los niveles de azúcar en la sangre.
Esta planta cuenta con grandes aportes medicinales, puesto que ayuda a desintoxicar el organismo debido a su efecto diurético. Además, tiene varias propiedades para tratar algunos problemas de salud causados por la diabetes crónica.
“Esta especia popular está vinculada a una mayor sensibilidad a la insulina. Los estudios han encontrado que su componente activo, el gingerol, hace que los receptores de azúcar en las células musculares estén más disponibles, aumentando así la absorción de azúcar”, manifestó el portal Healthline.
Otros beneficios de consumir esta planta son ayudar a combatir el envejecimiento gracias a sus antioxidantes, descongestionar el sistema respiratorio, reducir los niveles de colesterol y aminorar la inflamación.