El síndrome de colon irritable es un trastorno que afecta el estómago y los intestinos, que en conjunto forman el tracto gastrointestinal, explica el instituto de investigación Mayo Clinic.
Es un padecimiento que se caracteriza por presentar cólicos, dolor e hinchazón abdominal, gases y diarrea o estreñimiento (o ambos). Los expertos aseguran que solo una pequeña cantidad de personas con síndrome de colon irritable tiene síntomas graves y normalmente para evitar que este intestino (grueso) se inflame, la clave está en adoptar cambios saludables en el estilo de vida.
Es importante mejorar la alimentación y bajarle al nivel de estrés. Los síntomas más graves se pueden mejorar con tratamiento, asegura la mencionada institución y aclara que este padecimiento no causa cambios en el tejido intestinal ni aumenta el riesgo de tener cáncer colorrectal.
Dado que la dieta es determinante, uno de los primeros pasos que se debe dar para hacerle frente al colon inflamado es el aumento de productos ricos en fibra.
Comer más fibra
El consumo regular de fibra previene el estreñimiento causado por el síndrome del intestino irritable. Este nutriente ayuda a ablandar las heces y facilita la evacuación. Las pautas dietéticas para estadounidenses 2020–2025 recomiendan que los adultos consuman entre 22 y 34 gramos de fibra por día, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos.
Hay dos tipos de fibra. La soluble, que se encuentra en alimentos como los fríjoles, frutas y productos de avena y, la insoluble, que puede obtenerse en los productos integrales y en las verduras, particularmente. Las investigaciones sugieren que la soluble es mejor para aliviar los síntomas del colon inflamado o irritable.
La recomendación de los expertos es agregar alimentos con fibra poco a poco a la dieta para ayudar a acostumbrar al cuerpo a la ingesta de este nutriente. Demasiada cantidad del mismo a la vez puede causar gases, lo que es posible que incremente las dificultades con el colon. Agregar fibra de forma moderada, de dos a tres gramos por día, puede ayudar a prevenir los gases y a aliviar la hinchazón.
Menos carbohidratos
De igual forma, es posible recurrir a la dieta llamada FODMAP, que consiste en reducir o evitar ciertos alimentos que contienen carbohidratos que son difíciles de digerir. Así las cosas, la sugerencia de los especialistas es incluir en la ingesta diaria productos como los siguientes:
- Frutas como manzanas, albaricoques, moras, cerezas, mango, nectarinas, peras, ciruelas y sandía (patilla) o jugo que contenga alguna de estas frutas de manera natural.
- Fruta enlatada en jugo de fruta natural, o grandes cantidades de jugo de fruta fresca o seca
- Verduras como alcachofas, espárragos, fríjoles, repollo (col), coliflor, ajo y sales de ajo, lentejas, hongos (champiñones), cebollas, y guisantes como las arvejas.
- Productos lácteos como leche y sus derivados representados en quesos blandos, yogur, natilla y helados.
- Productos de trigo y centeno
- Miel y alimentos con jarabe de maíz alto en fructosa
Cuándo consultar al médico
Es importante consultar con el médico si se presenta un cambio persistente en los hábitos intestinales u otros síntomas del síndrome de colon irritable. Estos pueden indicar una afección más grave, como cáncer de colon. Entre las señales más graves, se incluyen:
- Pérdida de peso
- Diarrea nocturna
- Sangrado rectal
- Anemia por deficiencia de hierro
- Vómitos inexplicables
- Dolor que no se alivia al expulsar gases o en la evacuación
Desencadenantes del colon irritable
- Alimentos. No se conoce claramente cómo influye la alergia o la intolerancia alimentaria en el síndrome de colon irritable. Una verdadera alergia alimentaria no suele causar el síndrome de colon irritable. Sin embargo, muchas personas presentan signos que empeoran cuando consumen determinados alimentos o bebidas.
- Estrés. La mayoría de las personas que tiene síndrome de colon irritable presenta síntomas peores o más frecuentes durante períodos de mayor estrés. Sin embargo, aunque esta situación puede empeorar los síntomas, no los causa.