Expertos en nutrición recomiendan evitar productos que contengan más de cinco ingredientes industriales, debido a que ha sido alterado su estado natural al transformarlos y mezclarlos con otros comestibles, añadiéndoles sal, azúcar, grasa o aditivos como colorantes, saborizantes o resaltadores de sabor.
Al no ser alimentos naturales y tener sustancias que sobreexponen al cerebro, este se sobreestimula y se crea el deseo de volver a consumir ese tipo de sabor, por lo que se puede convertir en un círculo adictivo altamente perjudicial para la salud.
¿Cómo evitar el consumo de alimentos ultraprocesados?
La doctora Mercedes Mora Plaza, magíster en Nutrición Humana de la Universidad de Londres y profesora de la Pontificia Universidad Javeriana, aconseja seguir las siguientes recomendaciones antes de echar algún alimento al carrito del mercado.
Las personas se fijan en las calorías, pero no en la lista de ingredientes y es necesario no perder de vista este aspecto:
“Si tiene más de cinco comience a sospechar; si entre los cinco hay uno que diga sal o sodio, azúcar o grasa, es un ultraprocesado; si hay uno que le cueste leer o no encuentre en su cocina, descártelo, o acaso: ¿Cuándo decimos pásame la tartrazina amarilla (un colorante artificial presente en alimentos procesados como chicles, papas fritas o palomitas de maíz)? Uno no tiene eso en la cocina”, dice la docente javeriana.
Por otra parte, aconseja consumir todo lo que tenga relación con la tierra, en pocas palabras, todo lo que se encuentra en la naturaleza.
Teniendo en cuenta las recomendaciones de los profesionales de la nutrición, es importante tener en cuenta la siguiente información registrada en el portal lavanguardia.com, antes de consumir algún alimento:
Alimentos sin procesar: verduras, hortalizas, frutas frescas, legumbres, pescado fresco, frutos secos, tubérculos, huevos, carnes sin procesar, cereales integrales, leche fresca, café, infusiones, especias, hierbas…
Procesados buenos: aceite de oliva, leche, yogures y lácteos fermentados, gazpacho envasado, jamón ibérico de bellota, pescado enlatado, chocolate negro, cacao en polvo, legumbres de bote, bebidas vegetales sin azúcares añadidos, frutas y verduras congeladas.
Ultraprocesados (insanos): refrescos y bebidas azucaradas, bebidas energéticas, carnes procesadas, pizzas industriales, galletas y derivados, salsas comerciales, bollería, precocinados listos para calentar o freír y pescados procesados, entre otros.
¿Qué le pasa al organismo cuando deja de consumir alimentos ultraprocesados?
- El síndrome de abstinencia
Los alimentos ultraprocesados crean dependencia y sobreestimulación en el cerebro, de manera que cuando se suspenden pueden presentarse síntomas muy parecidos a los de cualquier otra adicción, como lo es el síndrome de abstinencia.
El primer día seguramente notará el síndrome de abstinencia. “Puede ser dolor de cabeza o ansiedad por comer los alimentos más dulces. Mi recomendación es acudir al azúcar de la fruta, comer mucha para compensar las ganas de dulce”, apunta Carlos Ríos, dietista, nutricionista y autor de Come comida real, creador y divulgador del movimiento RealFooding.
- Adiós a la hinchazón
Las personas que se alejan de las comidas ultraprocesadas comienzan a sentirse más ligeras y a mejorar su tiempo de descanso y, por lo tanto, es mucho mejor el momento de levantarse.
- Mejor estado de ánimo
Uno de los cambios más notables tiene que ver con la salud emocional, pues un gran consumo de ultraprocesados está relacionado con un aumento de la probabilidad de depresión.
- Músculo más fuerte
El tipo de alimentación que se lleve está relacionado con el tipo de vida que se lleve. Por lo general, quien se alimenta con productos naturales tiende a llevar un tipo de vida mucho más dinámico, con mucha más energía.