De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) el fósforo “es un mineral que constituye el 1 % del peso corporal total de una persona”.
Es de tal importancia que se encuentra en los huesos y los dientes, lo que quiere decir que es el segundo mineral más importante, teniendo en cuenta que el calcio es el principal.
Dentro de sus funciones más relevantes, este elemento participa en el proceso en el cual el cuerpo usa las grasas y los carbohidratos. Asimismo, colabora en el desarrollo y crecimiento de las células, según MedlinePlus.
De ahí que su relación con la vitamina B mejora el funcionamiento de los riñones, regula las palpitaciones, las señales nerviosas e incluso la contracción de músculos.
Es entonces que la forma más fácil que el cuerpo obtiene fósforo es a través del consumo de productos lácteos, carnes, panes integrales, cereales y aquellos alimentos procesados que tienen fosfato de sodio.
Esto es lo que sucede cuando hay altos niveles de fósforo en la sangre
La enciclopedia médica precisa que los altos niveles de fósforo en el cuerpo son poco probables porque la manera que lo obtiene es a través de los alimentos. No obstante, cuando esto ocurre suele afectar a quienes tienen problemas renales por la relación que estos órganos tienen con el calcio y el fósforo.
La Clínica Mayo a través de la profesional Rachael Majorowicz menciona que cuando los riñones no funcionan bien pueden indicar altos niveles de fósforo en el torrente sanguíneo, y es así como se incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas, articulares, e incluso la muerte.
Según los National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK) el exceso de calcio en el cuerpo, que no es utilizado por huesos y músculos, llega a los riñones y es expulsado a través de la orina. Pero en algunas ocasiones hay complicaciones en este proceso que podrían presentar cálculos renales. “Cuando esto no sucede, el calcio permanece en los riñones, donde se une con otros productos de deseo y forma una piedra en los riñones”, indica.
“Si tienes una enfermedad renal en etapa temprana o te estás sometiendo a diálisis, es posible que debas limitar el fósforo”, comenta.
De ahí que sea importante siempre estar bajo la supervisión médica porque “todos los alimentos contienen un poco de fósforo”, añade el centro médico.
De hecho, aconseja leer las etiquetas de los alimentos porque en el proceso de fabricación se puede añadir fósforo, como por ejemplo, ácidos fosfóricos, fosfato de calcio, fosfato de disódico, tripolifosfato de sodio y fosfato monopotásico, ente otros.
Asimismo, comenta que “durante muchos años, a las personas que necesitaban limitar el fósforo se les indicaba limitar alimentos saludables como los cereales integrales, las legumbres y otros alimentos vegetales”, pero se necesita más evidencia de ello.
Finalmente, dentro de las recomendaciones dadas por MedlinePlus la dosis de fosfato debe ser por los menos en adultos de 700 mg/día y mujeres embarazadas menores de 18 años de 1,250 mg/día. Pero se sugiere consultar con un profesional de la salud porque este mineral debe ser regulado y depende de cada persona.