El alzhéimer es una enfermedad degenerativa que empieza con síntomas leves que se van agudizando con el paso de los meses e imposibilitan al paciente para que se valga por sí solo. Los pacientes con alzhéimer empiezan olvidando a sus parientes, pese a vivir con ellos, olvidan cepillarse y hacer actividades tan comunes como bañarse o vestirse, con el paso de los años hay quienes olvidan pasar aumentando el riesgo de padecer un atragantamiento.
Por lo general, los pacientes con o mayores de 65 años son quienes son diagnosticados con esta enfermedad, a su vez suele ser un padecimiento que se repite de generación en generación o que se da en personas que abusaron del alcohol, del tabaco y que llevaron una alimentación precaria.
La biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, explica que los primeros síntomas se manifiestan cuando empiezan a olvidar acontecimientos que ocurrieron días e incluso horas atrás; por lo general, olvidan los nombres y el parentesco que tienen con las personas que los rodean y esto se debe a que las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje se ven fuertemente afectadas.
La confederación española de alzhéimer menciona que los pacientes con esta enfermedad suelen seguir recordando cosas de su pasado o que ocurrieron varios años atrás; sin embargo, las cosas inmediatas no; por lo que se llega a la conclusión que la memoria a corto plazo es lo que más afecta el cerebro de los pacientes diagnosticados con alzhéimer.
“Los pacientes con alzhéimer viven en una realidad diferente: ahí los recuerdos actuales no existen, no se han fijado en su memoria; lo que recuerdan es aquello que se quedó grabado a lo largo de su vida. Por eso suelen confundir a su cuidador con el padre o la madre – alguien que le dio cariño y cuidados— y convertir en su memoria a sus hijos en hermanos. Tiene borrado el haberse casado, el tener hijos y nietos, y vuelve al pasado reubicando a los familiares de hoy en su historia pasada”.
La entidad mencionada le recuerda a los familiares y cuidadores de este tipo de pacientes la importancia de no hacerlos sentir mal y lo relevante que es armarse de paciencia para no lastimar y no molestarse con los síntomas que genera esta afección.
El equilibrio emocional en estos pacientes es algo que hay que intentar cultivar para que la enfermedad sea más llevadera y menos traumática tanto para el paciente como para el cuidador bien sea un familiar o un profesional de la salud.
Aliviar las cargas del cuidador será necesario turnándose entre otros familiares contratando personas por hora o incluso llevando al paciente a una institución especializada durante el día. Es pertinente recordar, que a pesar del cansancio emocional que esté sufriendo el acompañante o cuidador, un paciente diagnosticado con alzhéimer pierde la memoria progresivamente y es la memoria afectiva la última que perderá.
Para evitar complicaciones y momentos de tensión en el paciente se recomienda no llevarlo a reuniones donde hay la presencia de varias personas, esto podría hacerlo sentir contrariados ansiosos y fuera de base, lo ideal es estar en lugares donde el disfruta y se siente en paz.
“Como sucede con los niños, estos enfermos percibirán el estado de ánimo de su cuidador. Si este se siente enfadado, cansado o impaciente el enfermo se alterará y aumentará su nerviosismo”. Las personas con alzhéimer suelen querer estar detrás de sus cuidados porque sienten miedo ante el hecho de no poder recordar lo que sucedió unos minutos atrás.
“Recuerde que, aunque de una manera limitada, él o ella siguen entendiendo. Por eso no debe hablar del enfermo como si no estuviera, evite hablar de él con otras personas si está delante. Es fácil herirles y eso puede causar un efecto impredecible”.