En palabras de la Real Academia Española (RAE), eructar es “expeler con ruido por la boca los gases del estómago”. Es entonces que la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) explica en una revisión de abril de 2022 que “los gases se forman en los intestinos por la acción de las bacterias a medida que el alimento está siendo digerido”, que salen por el recto o por la boca.
Por su parte, el centro especializado de investigaciones médicas, Clínica Mayo, señala que los gases intestinales se forman por el aire que se traga cuando se come, acumulándose en el intestino. Explica que es liberado por el ano, ya que parte de ellos, son fermentados por las bacterias, porque no son procesados por el intestino delgado.
Aunque para la entidad, los gases son un proceso normal del sistema digestivo, expulsarlos a través de eructos también es natural. Ciertos hábitos y alimentos suelen asociarse con su formación, como por ejemplo, la ingesta excesiva de cereales integrales, frutas, legumbres, entre otros.
Asimismo, la entidad señala que masticar muy rápido, beber gaseosa u otro tipo de líquido con pitillo, mascar chicle, agregar edulcorantes artificiales, e incluso hablar mientras se come son factores que incitan a la formación de gases.
“Eructar es normal, en particular durante la comida o inmediatamente después de comer. La mayoría de las personas expulsan gases hasta 20 veces al día. Por lo tanto, si bien tener gases puede ser incómodo o vergonzoso, eructar y expulsar gases rara vez constituyen un signo de un problema médico”, indica la Clínica Mayo en uno de sus informes en su página oficial.
Pero, ¿qué enfermedades están relacionadas con eructar?
No poder dejar de eructar puede estar relacionado con ciertas enfermedades. Así lo explica la Clínica Mayo que sugiere consultar con un profesional de la salud para recibir los tratamientos adecuados de las siguientes enfermedades relacionadas con gases y eructos.
- Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico: conocido como ERGE, es “una afección en la cual los contenidos estomacales se devuelven desde el estómago hacia el esófago” irritando el tubo de deglución, explica MedlinePlus.
- Gastritis: a través de su servicio en línea, la enciclopedia médica, describe la gastritis como la inflamación de la membrana que reviste el estómago. Los principales síntomas pueden ser náuseas y vómitos, ya que en algunos otros casos más graves, se presenta sangrado y hasta heces negras, precisa la entidad.
- Infección por Helicobacter pylori: según la entidad, este tipo de afección suele aparecer en la infancia a causa de úlceras estomacales o pépticas que son llagas en el revestimiento del estómago.
Generalmente, se produce por el consumo de agua y alimentos contaminados. No obstante, los factores de riesgo para una infección de Helicobacter pylori, puede ser vivir en hacinamiento; no tener una fuente de agua potable; tener contacto con una persona con esta enfermedad, entre otras.
De hecho, la Clínica dice que el estreñimiento y la intolerancia alimenticia también guardan relación, con el aumento de gases intestinales, y por ende, de eructos.
En el caso del estreñimiento, el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK) lo describe como “una afección en la cual la persona podría tener menos de tres evacuaciones a la semana”.
Entre los síntomas más comunes de esta afección estomacal se encuentran el esfuerzo que hay por evacuar; el dolor estomacal; y una dificultad para desocupar el recto. De ahí, que el autocuidado sea uno de los tratamientos más eficaces; sin embargo, si empeora y se vuelve crónico, es importante consultar con un médico, quien dará indicaciones precisas, entre las cuales sugerirá modificar el plan de alimentación.