La Fundación Española de la Nutrición (FEN) menciona que el melón -conocido científicamente como Cucumis melo- pertenece a la familia de las cucurbitáceas que tiene un origen en África, sin que haya evidencia de esto porque, según explica, su cultivo apunta a la India. Por tanto, es una fruta que se destaca por estar compuesta de:
- Potasio: un mineral de tal importancia, que de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) permite que el cuerpo trabaje de manera adecuada, que colabora con el funcionamiento de los nervios y el ritmo cardíaco. Incluso “permite que los nutrientes fluyan a las células y a expulsar los desechos de estas”, indica.
- Vitamina C: considerado un antioxidante, este nutriente es fundamental para el cuerpo porque, según la enciclopedia médica, ayuda con la formación de colágeno, mismo que le da firmeza a la piel. Asimismo, puede colaborar con la cicatrización y absorción de hierro reduciendo el riesgo de una posible anemia ferropénica.
- Folato: de acuerdo con una hoja informativa de los National Institutes Health (NIH), el folato es una vitamina B que el cuerpo necesita “para producir ADN y otros tipos de material genético”. Según menciona, la cantidad que se necesita va acorde a la edad. Además, cabe recordar que algunos alimentos la contienen naturalmente.
No obstante, el agua que compone el melón supera el 90 %. La FEN lo considera una fruta, que tiene un bajo índice energético porque el azúcar que registra es del 6 % a diferencia de otros alimentos. Es entonces que el melón es una fruta que puede colaborar con el bienestar del cuerpo gracias a cada una de sus propiedades.
Dentro de la amplia variedad que tiene el melón se encuentra el amargo, que científicamente se conoce como Momordica charantia que en palabras de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) suele usarse en la tradición para tratar la diabetes, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) una enfermedad metabólica y crónica que a largo plazo daña algunos órganos como los nervios, los ojos y los riñones.
Asimismo, asegura MedlinePlus que este tipo de melón se usa para otros tratamientos como los relacionados con las articulaciones como la osteoartritis.
Pero es importante identificar cada una de sus contraindicaciones o efectos secundarios porque el melón amargo podría causar, según sea el caso, molestias estomacales, por lo que se recomienda tener un consumo adecuado, y si es posible, guiado por un profesional de la salud.
Por su parte, Tua Saúde menciona que el melón se destaca por tener propiedades antioxidantes y diuréticas, que favorecen el cuerpo, combatiendo afecciones como el estreñimiento y la presión arterial, por ejemplo.
Semillas de melón
El melón no solo se destaca por su pulpa sino también por sus semillas, que aunque la mayoría las desecha, ciertamente Gastrolab Web asegura que también tienen muchas propiedades. De acuerdo con una publicación de Mundo Deportivo, las semillas del melón sí se pueden consumir y agregar a muchas preparaciones gastronómicas.
Por ejemplo, hay quienes deciden sofreirlas o tostarlas para comerlas como snack porque, según explica el sitio web, tienen un alto contenido en proteínas que es semejante con la leche de soya.
Su contenido en fibra promueve su salud cardiovascular reduciendo el riesgo de enfermedades que afectan este órgano. Incluso su fibra y sus efectos diuréticos mejoran la digestión combatiendo, como ya se mencionó, el estreñimiento.
Al igual que el melón, Gastrolab Web menciona que las semillas del melón regulan la presión arterial gracias al potasio que contienen, mismo que elimina a través de la orina el sodio del cuerpo.