El correcto funcionamiento del cerebro se debe a una buena alimentación, ya que se trata de una de las partes del cuerpo que siempre está trabajando, por lo que es importante mantenerlo en buen estado.

Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Finlandia Oriental determinó que “una dieta rica en tomates o productos a base de este ingrediente puede reducir el riesgo de un evento cerebrovascular (ECV) debido a su alto contenido de antioxidantes”.

Al indagar sobre el impacto del licopeno, un compuesto químico de color rojo brillante responsable de dar su color a los tomates y otras frutas y verduras rojas, como pimientos y sandía, los expertos encontraron que “los individuos con niveles altos de licopeno en la sangre son menos propensos a sufrir de una enfermedad cerebrovascular”.

El tomate ayuda en el buen funcionamiento del cerebro. | Foto: Marccophoto

De igual forma, estos compuestos químicos pueden tener un efecto protector contra otras patologías como cáncer de próstata y gracias a sus propiedades antioxidantes pueden reducir la inflamación y evitar la formación de coágulos.

Propiedades del licopeno en el cerebro

Como se mencionó con anterioridad, el consumo frecuente de tomate reduce el riesgo de un derrame cerebral. El licopeno que contiene ha demostrado ser un aliado en la prevención de ictus. El licopeno, está presente tanto en el tomate crudo como cocinado, por lo que no hay ningún inconveniente en introducirlo de cualquier forma en la dieta.

Estas propiedades también pueden mejorar la capacidad cognitiva debido a sus efectos preventivos en diferentes afecciones del sistema nervioso. Tal es el caso de la enfermedad de Alzheimer, isquemia cerebral, epilepsia, enfermedad de Parkinson y depresión, entre otras.

Otros superalimentos beneficiosos para el cerebro

Aceite de oliva

El aceite de oliva posee importantes efectos antioxidantes que evitan el daño causado por los radicales libres que pueden dañar el tejido sano, así como disminuir la capacidad de la memoria. De acuerdo con el portal web MuyInteresante.es, “consumir aceite de oliva, gracias a sus grasas saludables, lleva a que la circulación sanguínea sea correcta y que todas las células de el organismo funcionen de manera idónea, incluido el cerebro”.

Agua

La importancia del agua radica en que es el 85% del peso del cerebro. Por lo tanto, hidratarse de manera adecuada ayuda al crecimiento del volumen cerebral.

El consumo de tomate puede prevenir enfermedades cerebrovasculares. | Foto: Getty Images / Mohammed Haneefa Nizamudeen

Aguacate

El aguacate destaca por su alto contenido en vitamina E, pero son muchos los beneficios que esta fruta ofrece al organismo, concretamente para el cerebro. Posee propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento y el deterioro precoz de la salud cerebral. Por si esto fuera poco, también contienen omega 3, esencial para proteger al cerebro del desgaste prematuro.

Arándanos

Los arándanos conforman un potente antioxidante. Consumirlos puede mejorar la memoria, aprendizaje y las funciones cognitivas en general, gracias a un compuesto que contienen llamado flavonoides, que protegen de los radicales libres. Los arándanos, por tanto, ayudan a evitar o retrasar enfermedades degenerativas del cerebro, como el alzhéimer.

El pescado azul promueve la salud cerebral. | Foto: GettyImages

Pescado

Esta es una fuente rica en fósforo que ayuda a fortalecer el cerebro, al darle un impulso a la memoria. Gracias a los ácidos grasos omega 3 que el organismo es incapaz de producir, este superalimento ayuda a proteger la salud cerebral tanto la capacidad cognitiva como la memoria, por lo que se recomienda su consumo periódico, sobre todo, de los pescados azules (sardinas, salmón, atún, trucha, entre otros).

Espinacas

Las espinacas, gracias la presencia de minerales, vitaminas, pigmentos y fitonutrientes, incluyendo potasio, manganeso, zinc, magnesio, hierro y calcio que contienen, ayudan (sobre todo el potasio) a mantener la conductividad eléctrica del cerebro, así las señales entre las neuronas se producen de forma más rápida y por tanto, nos hacen pensar de forma más clara y responder velozmente.