El cuerpo requiere consumir importantes cantidades de agua al día para evitar una posible deshidratación, la cual puede ocasionar graves afecciones de salud y se presenta cuando salen más líquidos del organismo, que los que ingresan.
Aproximadamente, el 75 % de la composición del cuerpo humano es agua. Sin este líquido, no puede sobrevivir. El agua se encuentra dentro de las células y también en los vasos sanguíneos, según el portal Medical News Today.
Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, indican que un adulto promedio y saludable que vive en un clima templado debe consumir aproximadamente 3,7 litros de líquidos al día, en el caso de los hombres. Las mujeres, por su parte, deben ingerir cerca de 2,7 litros cada diarios.
Hidratación, clave para el corazón
Uno de los órganos que requiere de niveles adecuados de líquido en el cuerpo es el corazón. La Fundación Mexicana del Corazón indica que el sistema cardiovascular necesita de una buena presión en las arterias y venas para permitir que la sangre circule adecuadamente y pueda llevar los nutrientes a todos nuestros órganos. Cuando el agua disminuye en el organismo, también baja esa presión y, por lo tanto, se comienzan a presentar inconvenientes para la buena circulación.
Es posible que la falta de agua ocasione un aumento de la frecuencia cardíaca. La escasez de agua lleva a que el volumen de la sangre circulante disminuya y se espese, lo que obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre y por eso aparecen las palpitaciones más fuertes.
En esta línea, una investigación realizada por la Sociedad Europea de Cardiología determinó que mantenerse bien hidratado durante toda la vida podría reducir el riesgo de desarrollar problemas cardíacos. La doctora Natalia Dmitrieva, autora del estudio, ha dicho que los análisis sugieren que “mantener una buena hidratación puede prevenir o al menos ralentizar los cambios dentro del corazón que conducen a la insuficiencia cardíaca”.
Así las cosas, no solo para cuidar la salud del corazón, sino en general del organismo es importante mantenerse hidratado y existen algunas señales que alertan de la deficiencia de líquido en el cuerpo.
Señales que indican deshidratación
Medical News Today indica que los primeros síntomas de deshidratación incluyen sed, orina más oscura y menor producción de la misma. El color de la orina es uno de los mejores indicadores del nivel de hidratación de una persona: la clara significa que está bien hidratada y la oscura evidencia lo contrario.
Un artículo publicado en el medio digital Business Insider, que toma en cuenta algunas señales planteadas por Eat This Not That, menciona otros signos que advierten que al organismo le falta consumir más agua.
Por ejemplo, la piel roja. De acuerdo con la publicación, esta es una señal temprana que avisa que el cuerpo requiere agua para calmar la inflamación. También se puede presentar una subida de la temperatura corporal y calambres musculares, causados por la sudoración excesiva que agota los electrolitos.
Las náuseas, malestar estomacal y vómitos son otro signo de advertencia. Lo complejo es que vomitar agrava la deshidratación al eliminar líquidos del cuerpo, lo que también sucede con la diarrea, por eso la recomendación de los especialistas es aumentar la ingesta de agua.
El estreñimiento es otro indicador. Al haber carencia de líquido, el tracto digestivo no funciona adecuadamente y su movilidad se reduce, causando malestar y problemas de evacuación.
Recomendaciones para mantenerse con buen nivel de agua en el cuerpo
El portal Healthline indica varios trucos que ayudan a las personas a mantenerse hidratadas.
- Llevar su propia botella de agua al trabajo, al gimnasio o cuando sale a la calle.
- Usar las aplicaciones y alarmas para recordarlo. Esta es una manera fácil de mantener consumo diario, especialmente si la persona trabaja para desarrollar el hábito.
- Consumir frutas y verduras con alto contenido de agua también ayuda. Hasta el 20 % del consumo diario de agua podría provenir de los alimentos que la persona consume.
- Para evitar ir al baño durante la noche es importante asegurarse de haber alcanzado los objetivos de consumo de agua antes de que sea la hora de ir a la cama