La papa es uno de los alimentos más populares en todo el mundo. Se caracteriza por ser un alimento noble, pues se deja comer de muchas formas apetitosas: frita, hervida, al vapor, rociada con salsas, en ensalada y en sopas, entre otras.

Está presente en la dieta de los hogares más humildes, pero también ha sido inspiración para los creadores de comida gourmet.

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura de Ecuador, “una papa de tamaño mediano aporta con el 26 % del requerimiento diario de cobre; del 17 al 18 % potasio, fósforo, hierro; y entre el 5 al 13 % zinc, magnesio, y manganeso; y hasta el 50 % vitamina C”.

Las papas están presentes en las recetas de sopas de muchos lugares del mundo. | Foto: Getty Images

Opción saludable

Es, además, un alimento como mandado a hacer para las exigencias de la vida moderna, pues se cocina rápidamente y ello le viene como anillo al dedo a personas que trabajan hasta tarde y deben llegar a su casa a prepararse algo de comer.

Los expertos en nutrición la recomiendan como una opción muy saludable para la última comida del día. Mucho más si se consume hervida o al vapor, sin agregarle grasas o salsas, ya que así se evita el exceso de calorías.

Comer papa de noche hace un aporte de energía para el reposo y la regeneración del cuerpo durante las horas de sueño, según el Centro Internacional de la Papa.

Esta especie herbácea, llamada científicamente Solanum tuberosum y originaria de los Andes centrales, en Suramérica, contiene además un alto contenido de fibra, lo cual contribuye a la buena digestión.

Las papas fritas son una de las formas más populares de consumir este alimento. | Foto: SEMANA

Esa característica contribuye a dar la sensación de la saciedad y ello resulta benéfico para aquellos que quieren cuidar el peso.

El potasio de las papas, que pertenecen a la familia de las solanáceas ayuda a mantener en equilibrio los fluidos corporales y el buen funcionamiento del sistema muscular.

Los nutricionistas siempre recomiendan planear comidas balanceadas, es decir, que contengan raciones todos los grupos alimenticios, para recibir un buen aporte de nutrientes.

En el caso de la papa, por tratarse de un carbohidrato, se recomienda acompañarla de una proteína magra, como carne, pollo o pescado, además de vegetales.

¿Cuándo no conviene comer papa?

Pero, a pesar de todas las cualidades que presenta la papa, también es cierto que hay circunstancias en que no es conveniente consumirla.

Por ejemplo, los pacientes con diabetes deben abstenerse dado que su alto contenido glucémico ayuda a subir el nivel de azúcar en la sangre, algo que a su organismo se le hace difícil procesar.

Los diabéticos, así, deben preferir alimentos bajos en carbohidratos.

Otra circunstancia en que comer papas no es tan aconsejable es si se está siguiendo una dieta baja en carbohidratos, ya que este tubérculo los contiene en grado significativo.

Otras condiciones de salud también imponen privarse de las papas. Entre ellas se encuentran problemas digestivos como la colitis o la enfermedad de Crohn.

Los expertos del Centro Internacional de la Papa explican que, como estos males pueden inflamar el tracto digestivo, es mejor no comer papa, porque este síntoma podría empeorar, a causa a su composición de almidón y fibra.

No obstante, hay que recordar siempre que cada organismo es diferente y ello abarca el modo en que se asimilan los alimentos.

Por eso, lo más conveniente siempre es ponerse en manos del médico de confianza, así como de otros especialistas, quienes son los mejor capacitados para orientar en estas situaciones.