El arroz es uno de los alimentos más populares en la dieta de las familias. Esta guarnición complementa perfectamente platos basados en carne, ensaladas o legumbres. Así mismo, ofrece numerosas posibilidades en su preparación.

No obstante, es sabido que un primer paso a la hora de preparar el arroz es lavarlo muy bien antes de cocinarlo. La explicación, más allá del factor higiénico, corresponde también a la composición de esta semilla y los efectos que tiene al momento de iniciar su cocción.

De acuerdo con el portal Gastrolab, una de las razones por las que el arroz debe lavarse antes de ser cocinado es que esta semilla acumula hasta 10 veces más arsénico que otros cereales. Este elemento se encuentra naturalmente en la tierra y entre los minerales, además, su consumo puede ser nocivo para el ser humano.

Otra razón tiene que ver con la capa de almidón que recubre al arroz. Si bien esta es funcional al momento de preparar variedades como la paella o el risotto, las cuales son más cremosas que el convencional, el no eliminarla puede dificultar algunos procesos. De igual manera, su sabor también resulta afectado.

Vale mencionar que el lavado del arroz no reduce la carga de carbohidratos que posee este alimento, pues lo que se ve afectado es el nivel de almidón. Si esta capa no se retira, el proceso de cocción presentará algunas diferencias.

Por ejemplo, si el objetivo es preparar arroz convencional como guarnición (de grano seco y suelto), lo conveniente es lavarlo antes de cocinarlo para que conserve su textura y esta no sea modificada durante la cocción. En caso contrario, la semilla se tornará cremosa y pegajosa.

Ahora bien, existen diferentes tipos de arroz: redondo, vaporizado, integral, arborio, carnaroli, entre otros. Por esta razón, es conveniente verificar cuáles son los usos de cada uno, así como las recomendaciones para su preparación.

En todo caso, la pauta general para lavar el arroz sugiere hacerlo entre cinco y seis veces, hasta el agua no se note turbia.

El arroz es rico en fibra, pero su cantidad se diferencia en si es blanco o integral. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

¿Qué engorda más entre el arroz y las papas?

El arroz es uno de los alimentos predilectos para acompañar cualquier comida, como una carne asada o hasta un huevo. Sin embargo, aunque no pareciera, su alto consumo puede ser perjudicial para la salud.

En el mercado hay una amplia lista de tipos de arroz que aseguran tener ventajas tras su consumo, tales como el silvestre, el basmati, el rojo, el redondo, entre otros. Cuando este es acompañado de granos como las lentejas, su valor nutritivo se destaca, cosa que por sí solo no hace.

¿El arroz engorda?

De acuerdo con un artículo publicado por Tua Saúde, se asegura que el consumo de arroz blanco puede ser contraproducente para una persona que desea bajar de peso, por lo que este no necesariamente es el más conveniente para tal fin.

Una de las tantas opciones de arroz es el integral, que a diferencia del blanco, tiene minerales y nutrientes que no se pierden en su proceso, cosa que sí ocurre con el arroz blanco, debido justamente a su blanqueado.

El sitio web asegura que quienes tienen problemas con el flujo gástrico, diarrea o gastritis, pueden encontrar alivio al consumirlo porque no representa dificultades para digerirlo.

¿La papa engorda?

La papa es un alimento que tiene carbohidratos, pero no en una gran cantidad, que puede contribuir en la saciedad del cuerpo, evitando que se consuma más comida de la que el cuerpo necesita.

La papa es rica en triptófano, potasio, magnesio, fósforo, vitamina C, entre otros nutrientes que necesita el cuerpo. Su consumo puede ayudar a prevenir afecciones como la diabetes o el cáncer, gracias a sus antioxidantes que bloquean los radicales libres. Cabe mencionar que no erradica probabilidades de riesgo.

Ahora, para responder qué engorda más, el alto consumo tanto de la papa como del arroz puede ser favorable para el aumento de peso; sin embargo, el arroz blanco en altas cantidades y de manera regular no es la mejor opción para adelgazar.

Por lo tanto, al tener un efecto de saciedad, la papa permite que no se consuman más alimentos de los que el cuerpo no necesita o desea.

Si lo que se busca es bajar de peso, se recomienda tener buenos hábitos, tales como hacer ejercicio de manera regular y tomar abundante agua acompañada de una dieta equilibrada adecuada guiada por un experto en la salud porque los planes de alimentación no necesariamente son similares para todas las personas. Lo que quiere decir que, según las enfermedades preexistentes o los objetivos que se quieran alcanzar, un plan de alimentación será acorde con ello.