Sin duda, los cereales son uno de los alimentos típicos para el desayuno en la mayoría de los hogares, son muchas las personas que los consumen de forma diaria, formando parte de la dieta habitual y teniendo, por lo tanto, efectos directos sobre la salud.
En concreto son, por excelencia, fuente principal de energía que el organismo necesita para realizar actividades diarias y también fuente importante de fibra cuando se consumen enteros. Entre los nutrientes que contienen están las vitaminas, minerales, fibra e hidratos de carbono. Sin embargo, dependiendo de los tipos de cereales se obtienen más cantidades de unos nutrimentos u otros, según el portal Quaker Latam.
Sin embargo, hay que distinguir los diferentes tipos que se pueden encontrar para el desayuno, ya que es un producto que se obtiene industrialmente a partir de diferentes tipos de cereales, destacando el trigo, el maíz, el arroz y la avena.
Estos son sometidos a diferentes procesos, momento en que se le suelen añadir diferentes ingredientes como azúcar, miel, caramelo, frutas o chocolate, entre otros. Así, los componentes nutricionales de cada uno de ellos varía enormemente.
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), estos son los tres tipos diferentes de cereales:
- Cereales integrales: suelen tener forma de copos y es la forma más simple de procesar los cereales. Si se consumen acompañados de leche, yogur o zumo aumenta el valor nutritivo.
- Copos procesados: se elaboran con una harina más o menos refinada y no del grano entero. Suelen estar adicionados de sal o azúcar para darles sabor, además de estar enriquecidos en vitaminas y minerales para compensar las pérdidas de estos nutrientes al emplear harinas refinadas.
- Cereales inflados: se elaboran insuflando aire a presión en pequeños fragmentos de masa hecha con la harina de diversos granos. El producto resultante es esponjoso, ligero y crujiente, pero menos nutritivo que los copos de cereales integrales.
Valores nutricionales de los cereales
En rasgos generales, los cereales que se suelen consumir para el desayuno poseen en su composición una mayoría de hidratos de carbono complejos, que son aportados principalmente por las harinas empleadas, así como por los azúcares simples y otros ingredientes añadidos, como las frutas o el chocolate.
“En algunos casos alcanzan el 90 % de la composición y en menor proporción se encuentran otros nutrientes como proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales”, tal y como indican desde FEN.
“La proteína que aportan es de calidad intermedia, ya que es deficitaria en el aminoácido esencial lisina”, indica la organización. Además, la mayoría de estos productos suelen ser poco grasos, a no ser que incluyan chocolate, coco, frutos secos u otros ingredientes.
Por otro lado, los cereales tienen fama de ser productos con alto contenido en fibra, aunque este componente puede variar mucho de unos cereales a otros.
Normalmente, la fibra es más abundante en las variedades de cereales integrales o que incluyan frutos secos o frutas desecadas.
Por último, los cereales se fortifican en diversas vitaminas (B1, B2, B3, B6, folatos, B12 y vitamina D) y se suelen enriquecer además con hierro, calcio y magnesio, aunque estas vitaminas y minerales también varían en la composición de los diferentes tipos.
Beneficios de los cereales
- Acompañados de una dieta correcta, los cereales de grano entero son una buena fuente de fibra, vitaminas y minerales, como folatos, vitamina E y selenio.
- Gracias a su aporte de fibra, los cereales pueden ayudar a mejorar el tránsito intestinal, a cuidar la flora del intestino y reducir los niveles de azúcares.
- Algunos cereales aportan fibra soluble (como la avena) y otros insoluble (como el trigo). De manera general, la fibra soluble puede ayudar a reducir los niveles de colesterol y la insoluble participa de manera importante contribuyendo a evitar el estreñimiento.