El alcohol es una bebida que debe ser consumida con moderación pues puede tener diferentes efectos en el cuerpo humano, especialmente si se tiene alguna condición de salud específica.

Algunas personas tienen por costumbre ingerirlo sin haber consumido algún tipo de alimento. Sobre esto, un equipo investigador del hospital universitario sueco de Linköping explicó los efectos en el organismo que tiene el alcohol cuando se ingiere en ayunas.

El estudio titulado ‘Disminución inducida por alimentos de los perfiles de etanol en sangre y aumento de la tasa de eliminación inmediatamente después de una comida’ encontró que todos los sujetos que participaron en esta investigación “se sintieron menos intoxicados cuando se ingirió alcohol después del desayuno, en comparación con beber con el estómago vacío”.

“La mayor parte del alcohol se absorbe en el intestino delgado, de forma que al beber con el estómago vacío pasa rápidamente al intestino, produciéndose un pico elevado de concentración en sangre. Por el contrario, si se bebe con el estómago lleno, el alcohol se absorbe lentamente porque el vaciado gástrico tarda más en producirse y el pico de concentración en sangre es más moderado, por lo que resulta menos tóxico para el organismo”, explica Xavier Parés Casasampera, profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Barcelona.

En ese sentido, es importante saber que al ingerir alcohol con el estómago vacío los efectos son más rápidos e intensos como:

  • Alteración de los reflejos
  • Mareo
  • Descoordinación en el movimiento

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, confirma que al tomar bebidas alcohólicas sin haber consumido algo previamente, la persona puede sentirse mareada rápidamente.

“Los estudios muestran que las personas tienden a tomar malas decisiones alimentarias cuando beben alcohol. Para evitar acumular las calorías luego de una o dos bebidas, tenga algunos refrigerios saludables a la mano para comerlos cuando llegue a casa o haga planes para una comida saludable luego de beber. Algunas buenas opciones de refrigerios incluyen fruta, palomitas de maíz hechas con aire caliente o hummus con vegetales”, indica Medline Plus.

¡Cuidado con el exceso de alcohol!

Antes de tomar bebidas alcohólicas es importante tener en cuenta que si se está en un proceso de pérdida de peso esta no es una opción saludable pues estas bebidas tienen un contenido alto de calorías.

Asimismo, recordar que su consumo excesivo puede incrementar el riesgo de desarrollar algunas enfermedades, incluso tipos de cáncer. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los señala:

  • Cáncer de mama y el cáncer de boca, garganta, esófago e hígado.
  • Pancreatitis.
  • Muerte súbita si ya se tiene una enfermedad cardiovascular
  • Daño al músculo cardíaco (miocardiopatía alcohólica) que lleva a la insuficiencia cardíaca
  • Accidente cerebrovascular
  • Presión arterial alta
  • Enfermedad del hígado
  • Suicidio
  • Lesión grave o muerte accidental
  • Daño cerebral y otros problemas en un feto
  • Síndrome de abstinencia del alcohol

Diabetes y alcohol

Al momento de recibir un diagnóstico se debe tener mucho cuidado con los hábitos que se tienen en el estilo de vida.

Un factor importante es la ingesta de alcohol. “En las personas con diabetes, tomar alcohol puede reducir o aumentar el nivel de azúcar en la sangre, afectar los medicamentos para la diabetes y posiblemente causar otros problemas”, explica Medline Plus.

En caso de tener diabetes y querer ingerir bebidas alcohólicas de forma segura. Medline Plus brinda algunos consejos para tener en cuenta. Cabe resaltar que antes se debe consultar a un médico.

  • La diabetes debe estar controlada.
  • Un médico debe confirmar que es seguro para el individuo específico tomar alcohol.
  • Las mujeres no deben tomar más de 1 trago al día. Se debe tener en cuenta que un trago equivale a 12 onzas o 360 mililitros (mL) de cerveza (5% de contenido de alcohol); 5 onzas o 150 mL de vino (12% de contenido de alcohol); y 1.5 onzas o 45-mL de un trago de licor (80 grados o 40% de contenido de alcohol).