El chicle es parte de la sociedad actual, existen diversos sabores, marcas, texturas, productos que lo contienen y hasta la duración es un diferencial. Sin embargo, pese a lo que se puede pensar, este ha existido por miles de años.
Por ejemplo, los mayas ya mascaban chicle. Según el libro Gum: The Chewing Gum of the Americas, From the Ancient Maya to William Wrigley, escrito por Jennifer Mathews, la goma de mascar no es nueva en la sociedad.
“El chicle es un látex natural que proviene de un árbol llamado chico sapote o zapote (…) Si se corta un árbol de chico sapote, el látex empieza a rezumar como forma de protección. Forma una barrera para proteger al árbol. Puedes arrancarlo del árbol y empezar a masticarlo”, explica el libro citado anteriormente.
Ahora, este producto que se usa para calmar la ansiedad, quitar el mal aliento, para hacer una bomba o por las razones que sea, tiene una gran pregunta a su alrededor, y esta es: “¿Qué pasa si me trago un chicle? Es necesario recordar que este solamente se masca y se bota.
Esto es lo que sucede si el chicle es ingerido
De acuerdo con el portal especializado Kid’s Health, el gran mito de que si se traga un chicle este va a quedarse en el organismo por siete años es falso. La forma en la que la goma de mascar puede hacer daño es si se traga una importante cantidad, pues puede causar obstrucciones, pero esto pasaría si fuera de manera exagerada.
Sobre este tema, el portal especializado en salud dice lo siguiente: “en casos excepcionales, tragar una gran cantidad de goma de mascar, o muchos trozos pequeños durante un período de tiempo corto, puede producir un bloqueo del aparato digestivo. Hay una mayor posibilidad de bloqueo cuando la goma de mascar se traga junto con un objeto extraño”.
“La goma de mascar puede estar hecha de un material natural o de un material sintético (resina de goma), conservantes, saborizantes y endulzantes. El cuerpo absorbe los endulzantes, como el azúcar. Por lo tanto, si comes mucha goma de mascar, puedes terminar consumiendo muchas calorías”, agregan.
El portal también explica; “Pero el aparato digestivo no puede digerir la resina de la goma de mascar. Se traslada a través del aparato digestivo mediante el empuje (peristáltico) normal del intestino. El viaje de la goma de mascar termina cuando tienes que ir al baño”.
No obstante, los expertos no recomiendan pasarse el chicle más allá de que sea un riesgo para la salud, ya que este no le aporta nada de nutrientes, ni vitaminas, ni minerales al organismo. Por esta razón, si le gusta mascar esta goma, es mejor botarlo a la basura cuando pierda su sabor o se case de consumirlo.
Ahora, este puede traer beneficios o desventajas al cuerpo. Por ejemplo, ayuda con el mal aliento, a la digestión, para controlar el apetito y a disminuir o evitar las náuseas.
Al hablar de las desventajas, explican que puede causar dolor de estómago si se consume en exceso, además, puede generar dolor en la mandíbula y en algunos casos hasta caries.