Si bien es cierto que para bajar de peso se necesita voluntad, también se debe reconsiderar consumir alimentos que parecen sanos, pero que realmente no lo son, es importante distinguir cuáles en el mercado están en la sección “saludable” y pasan por desapercibido.
Para cumplir con el objetivo trazado en la pérdida de peso se deben modificar varios hábitos, como: eliminar el consumo de cigarrillo, disminuir la ingesta de bebidas alcohólicas, y aumentar la práctica de ejercicio.
Es entonces que el primer llamado que se hace es a leer la etiqueta de cada alimento, porque allí se podrán valorar cada uno de sus componentes y tomar la mejor decisión, puesto que inciden en el desarrollo de diabetes tipo 2, obesidad, y caries dental, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por esto, la entidad señala que para esto se deben eliminar o reducir los azúcares libres que son los monosacáridos como la fructuosa y los disacáridos como el azúcar de mesa. Es decir que todos los que se encuentran “presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los zumos (jugos) de frutas y los zumos a base de concentrado”, porque estos inciden en el aumento de peso que impacta a niños y a adultos.
“De acuerdo con las estadísticas mundiales de 2014, más de uno de cada tres (el 39%) de los adultos de 18 años o más tenía sobrepeso. La prevalencia mundial de la obesidad se duplicó con creces entre 1980 y 2014 y, en ese año, el 11% de los varones y el 15% de las mujeres (más de medio billón de adultos) eran obesos”, puntualiza la OMS.
Como se mencionó anteriormente, la alta ingesta de alimentos ricos en azúcar aumenta el riesgo de diabetes, que según la organización internacional, “el número de personas con diabetes pasó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. La prevalencia de esta enfermedad ha venido aumentando más rápidamente en los países de renta baja y mediana que en los de renta elevada”.
Cabe recordar que esta enfermedad consiste en la no producción de insulina por parte del páncreas (diabetes tipo 1) y la resistencia de las células a ella (diabetes tipo 2).
Alimentos altos que sabotean la dieta
Según como lo afirma la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), el índice glucémico (IG) “es una medida de la rapidez con la que un alimento puede elevar su nivel de azúcar (glucosa) en la sangre”.
Los alimentos que están compuestos de carbohidratos tienen IG. No obstante, precisa que la carne y los aceites no tienen IG, pero pueden afectar negativamente a una persona con diabetes.
“No todos los carbohidratos trabajan de la misma manera en el cuerpo. Algunos provocan una subida rápida de azúcar en la sangre, mientras que otros trabajan más lentamente”, argumenta.
Por esto, es importante elegir para una dieta alimentos con un bajo índice glucémico como las legumbres, las frutas y las verduras, y evitar del plan blanco, arroz, donas y croissants, corrobora un artículo de la Universidad de Harvard publicado en Harvard Health Publishing.
Además, menciona que el índice glucémico moderado, de niveles 56 a 69, se pueden observar en alimentos como los cereales o patatas.
Finalmente, es importante intentar consumir alimentos con un índice glucémico bajo, para que la glucosa en la sangre no se eleve y no afecte el peso ni incida en el desarrollo de enfermedades.
En el mercado existe una amplia variedad de productos que aseguran ser saludables, que al ser incluidos en una dieta, no necesariamente colaboran con el adelgazamiento. De acuerdo, con Tua Saúde, otros, aunque se consideran “light” y dignos de estar en un plan de alimentación, tienen efectos contrarios, son: el yogur griego, las barras de cereal, las bebidas no azucaradas, y la gelatina en envase.