La flexibilidad es la capacidad para estirar, doblar y mover el cuerpo. De acuerdo con información recopilada por el sitio web ABC Bienestar, las articulaciones pueden flexionarse y por ello los músculos también tienden a ser elásticos.
Sin embargo, tener un cuerpo flexible requiere de ejercicio y alimentación. Respecto a la segunda variable, los hábitos de vida son importantes.
Según datos compartidos por Pijamasurf, un estilo de vida sedentario está relacionado con la pérdida de la flexibilidad en el cuerpo, “es un factor determinante en el desarrollo de dolores articulares, de espalda y otros similares”, consignan.
En ese sentido, consumir algunos productos alimenticios podrían contribuir a mitigar errores comunes que se reflejan en el envejecimiento, debido a la falta de flexibilidad corporal.
En el mundo del ejercicio y la actividad física, los expertos recomiendan realizar yoga, pilates, estiramientos y otras prácticas para la flexibilidad. Sin embargo, en el universo de la comida hay alternativas puntuales, como:
1. Frutas: la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que una dieta saludable debe contener fruta. En efecto, el citado portal de Pijamasurf señala que las frutas son fuente de nutrientes que aportan ventajas para la flexibilidad. Así las cosas, se recomienda ingerir los frutos de temporada de cada territorio, siempre y cuando la persona no sufra de alergias, pues las vitaminas y azúcares naturales de estos alimentos se incorporan en las articulaciones y contienen energía pura para estirar el cuerpo.
2. Semillas de ajonjolí: el departamento de salud del Gobierno de México estima que las semillas de ajonjolí están compuestas por fibras y almidones complejos. De esta manera, su consumo contribuye a la flexibilidad porque ayuda a disminuir el colesterol malo o LDL. Para los expertos, una de las causas por las que algunos sujetos sufren de una mala circulación es debido a la inflexibilidad y sedentarismo, además del aumento progresivo del colesterol.
3. Jengibre: este alimento ha sido recomendado por generaciones, utilizado en la medicina alternativa y tradicional de oriente. La principal característica que se conoce del jengibre es su mejora en las afecciones gástricas, pero también resulta ser efectivo para la flexibilidad. Respecto al factor de movimiento, el jengibre es antiinflamatorio, contribuye a los dolores musculares y desplazamientos de un lugar a otro.
4. Cúrcuma: Pijamasurf menciona a esta planta herbácea como uno de los alimentos que ayudan a mejorar la flexibilidad del cuerpo, pues se usa para distender músculos y ligamentos e incluso para curar ciertas heridas. Un estudio de la Universidad de Maryland, en los Estados Unidos, dice que el jengibre es un antioxidante que es capaz de neutralizar los radicales libres, así que mejora la circulación sanguínea con la que los músculos adquieren más oxígeno.
5. Leguminosas: el blog del Instituto de Ciencias de la Salud y la Actividad Física de España (Isaf) relata que las legumbres son un alimento completo y ayuda a la flexibilidad del cuerpo con su aporte energético, además son un fuerte esencial de proteínas.
Entre las leguminosas más comunes se encuentran frijoles, lentejas, habas y garbanzos, mitigan el hambre y su consumo es también beneficioso por su notable aporte de fibra. Cabe añadir que las legumbres son un grupo de alimentos rico en vitaminas del grupo B, especialmente la B1, B3, B6 y B9, según el Isaf.
Antes de elegir algunos de estos alimentos y considerarlos agregar a una dieta establecida, se recomienda visitar a un médico especialista quien dé el aval para su consumo. Desde luego, no todos los cuerpo son iguales y por ello los expertos aconsejan poner por encima de todo el bienestar físico.