Las articulaciones son las partes del cuerpo que tienden a deteriorarse con mayor facilidad. Con el paso de los años, las rodillas, los brazos, las manos o los pies empiezan a dolor por el uso prolongado de los cartílagos que componen la estructura ósea y muscular.
Entre las articulaciones comprometidas, frecuentemente están las rodillas, las cuales están compuestas por hueso, cartílago, ligamentos y líquidos. Los cuales, además, cuentan con músculos y tendones encargados de la movilidad y flexibilidad de la pierna.
Cuando alguna de estas estructuras se lastima o se enferma, surgen problemas. Los problemas en las rodillas pueden provocar dolor y dificultades para caminar. Las dolencias en estas articulaciones son comunes y pueden ocurrir en cualquier momento, aunque con mayor frecuencia a llegar a la adultez mayor.
Por este motivo es fundamental darse cuenta a tiempo de cuando el cartílago de las rodillas comienza a desgastarse, para así tomar medidas a tiempo, cambiar hábitos que puedan estar siendo perjudiciales y, por ende, mejorar la salud de los huesos que es fundamental para toda persona con la llegada de los años.
El principal síntoma siempre es el dolor. Ya sea una incomodidad o un dolor muy fuerte en las mañanas al iniciar el día, este suele ser un aviso de que algo no está bien con los huesos. Otro signo de que algo no está bien es la inflamación, la cual puede notarse a simple vista y justo en el área de la rótula.
Otro síntoma que suele aparecer es el bloqueo articular. Este consiste en que la rodilla se siente completamente rígida, producto de la sobrecarga muscular. Esta condición enciende las alarmas, ya que suele ser la condición previa a una rotura de meniscos y hay que tratarla rápidamente con un especialista.
Un último síntoma que hay que tener presente es la limitación de la movilidad. Esto sucede porque el cartílago desempeña un papel fundamental en el movimiento de cada rodilla, por lo que cuando se encuentra desgastado, es normal que se comience a sentir dificultad para caminar como se hacía normalmente. Incluso, muchas veces, suele incomodar hasta ponerse de pie. Por lo que es un síntoma importante que no se puede ignorar.
El deterioro del cartílago de la rodilla, no tratado adecuadamente, puede provocar dolor articular invalidante, lo cual según la información de Barna Clinic es la incapacidad de realizar actividades normales. Por este motivo, el daño grande en las rodillas termina generando artrosis.
La artrosis en la mayoría de los casos comienza con un desgaste del cartílago articular por un fracaso de los procesos de regeneración del cartílago dañado, con lo que esta estructura entra en un círculo vicioso en el que los procesos destructivos son más importantes que los procesos de regeneración y esto hace que se vaya alterando la matriz extracelular del cartílago que ya no es capaz de absorber y amortiguar correctamente los impactos mecánicos.
Lamentablemente, el cartílago no se puede regenerar, debido a que tiene pocas células. Aunque las lesiones solo se quedan en lo muscular, por lo que no afecta tejido óseo. Esto ocasionará que, si bien no se regenera, se puede restaurar con el descanso, ejercicio y una buena alimentación.