De acuerdo con la Clínica Mayo, una uña encarnada es una afección en la cual el ungueal (uña) crece dentro de la piel provocando inflamación, hinchazón, y en algunos casos dolor intenso. Dentro del grupo de causas se encuentra algún golpe o lesión en el pie, infección en las uñas y/o tener complicaciones médicas.
Asimismo, el centro especializado menciona que generalmente esta infección la padecen los adolescentes, pero ninguna persona está exenta, incluso quienes tienen diabetes, ya que la circulación sanguínea en la zona se ve afectada.
¿Cuáles son los peligros de tener una uña encarnada?
La Clínica Mayo señala que aunque una uña encarnada puede solucionarse con autocuidado, ciertamente el tratamiento médico no es ajeno a sus complicaciones porque podría infectar un hueso incitando al desarrollo de una enfermedad ósea.
Lo mismo ocurre con quienes tienen diabetes. Como se explicó anteriormente, esta infección (uña encarnada) puede generar una mala circulación sanguínea, afectando negativamente los vasos sanguíneos y nervios de los pies, guardando relación con el pie diabético.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, la diabetes perjudica los pies de las personas que la padecen, ya que la acumulación de azúcar en la sangre tiene un efecto negativo en los vasos sanguíneos y los nervios, por lo que puede provocar entumecimiento o dolor en los pies. Adicional a ello, en algunos casos no hay sensibilidad.
Con lo anterior, es común que haya heridas o también úlceras, por lo que hay mayor probabilidad de posibles infecciones. Además, la institución señala que esta enfermedad puede ocasionar gangrena, ya que los vasos sanguíneos se deterioran, y no hay flujo de sangre.
Cabe recordar que según la Clínica Mayo, la gangrena “es la muerte de tejido corporal”, porque no hay circulación de sangre.
¿Cómo tratar una uña encarnada si se tiene o no diabetes?
Por tanto, para quienes tienen esta enfermedad (diabetes), Medline Plus sugiere principalmente controlar los niveles de azúcar cuidando el plan de alimentación porque esto reduciría el riesgo de algún daño en los nervios o vasos sanguíneos. También una persona con pie diabético y con uña encarnada puede:
- Mantener una higiene adecuada en los pies: la enciclopedia médica a través de su servicio en línea sugiere lavar con agua y jabón, pero luego de esto se debe secar muy bien los pies para evitar resequedad.
- Cortar las uñas rectas: este hábito es personal, pero no se debe ignorar pedir ayuda a un podólogo para hacerlo si se tiene diabetes.
- Eliminar correctamente los callos: de acuerdo con la Clínica Mayo, los callos “son capas duras y gruesas de piel que aparecen cuando esta intenta protegerse de la fricción o la presión”. Suelen aparecer en los dedos de las manos y/o los pies.
Generalmente, para reducir las callosidades, una persona evita el roce con el elemento que las produce, como zapatos apretados o el uso sin guantes de mancuernas en los gimnasios.
No obstante, una persona con diabetes debe consultar con un profesional la forma correcta para eliminar este tipo de protuberancias, ya que corre riesgo de lastimarse e infectarse.
- Mejorar la circulación: a través de su servicio en línea, Medline Plus explica que caminar es una manera positiva de mejorar la circulación de los pies.
Finalmente, para quienes tienen una uña encarnada, pero no tienen un diagnóstico de diabetes, la Clínica Mayo aconseja usar el zapato adecuado, es decir, un zapato justo que no apriete, pero tampoco que quede totalmente suelto.
También sugiere evitar las uñas largas, por lo que recomienda: “Córtate las uñas de los pies de manera que queden a la misma altura que la punta de los dedos”.