Jenny Maenpaa, psicoterapeuta y fundadora de Forward in Heels, en un artículo publicado por el medio norteamericano CNBC dio los siguientes consejos para sobreponerse a este tipo de comportamientos que pueden salirse de control.
“Pensar demasiado es una tendencia ansiosa que encuentro a menudo en mi práctica de psicoterapia. Hay muchas formas en que tendemos a hacerlo, a repetir el pasado, reproducir el mismo escenario una y otra vez en nuestra cabeza”, dice la psicoterapeuta.
Además, asegura que recientes investigaciones han demostrado que hacerlo o sobrepasar cosas poco trascendentales puede disminuir la energía, limitar la creatividad y causar problemas para dormir.
Para esto Jenny Maenpaa recomienda, en el artículo, estas tres técnicas que podrían ayudar a “dejar de hacerlo”.
Encuadre positivo
Aunque esta técnica puede confundirse con la “positividad tóxica”, que le exige a las personas pensar positivamente, sin importar qué tan difícil sea la situación, el reencuadre positivo, es por el contrario, un ejercicio que le permite a los individuos reconocer los aspectos negativos y evaluar si hay otra forma de pensar sobre la situación.
Este patrón de pensamiento puede ayudar a las personas a tomar decisiones que cambien la situación. Las personas pueden decantarse, primero, por las tareas importantes, para luego, retrasar o delegar el resto hasta que se sientas menos ansiosas.
Escribir los pensamientos una vez para luego dejar de pensarlos durante 24 horas
“Cuando nuestros cerebros piensan que estamos en conflicto o en peligro, un sistema de alarma incorporado se activa para protegernos” añade la fundadora de Forward in Heels.
Una de las cosas en las que las personas suelen tener éxito es escribir sus sentimientos y esperar algunas horas, si es un asunto urgente, antes de responder o tomar cualquier tipo de acción impulsiva.
Luego, lo recomendable es guardar ese borrador mientras la mente se ocupa de otra tarea.
Practicar la “gratitud específica”
La especialista señala que “en psicología, sabemos que expresar gratitud puede aumentar nuestra felicidad. Puede ayudarnos a contextualizar nuestras frustraciones contra lo que amamos y ayudarnos a conectarnos con algo más grande que nosotros mismos, ya sean otras personas, animales, naturaleza o un poder superior.”
Ella afirma que repetir la misma práctica de gratitud una y otra vez puede convertirse en memoria y disminuir los retornos. Esta tarea puede empezar a sentirse como una sin sentido en lugar de una práctica consciente. Por lo tanto, “es algo que recomiendo”.
Tristeza y depresión
Millones de personas en el mundo experimentan tristeza o depresión en algún momento de sus vidas. Estas son dos conceptos diversos, pero con múltiples puntos en común.
Las diferencias no solo se circunscriben a la expresión emocional de ambas sensaciones, sino que también tienen que ver con las causas psicológicas y psicofisiológicas que puedan generar cada una de ellas, según explica el portal Psicología y Mente.
La Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (ADAA, por sus siglas en inglés) señala que la depresión es una de las enfermedades mentales más comunes en países como Estados Unidos.
“Sentirse triste es parte integral de la depresión, pero no es lo mismo. Conocer y entender las diferencias puede ayudar a una persona a reconocer cuándo buscar tratamiento”, asegura el medio especializado Medical News Today.