El colesterol es una sustancia que se encuentra en la sangre y el cuerpo necesita de ella para formar células sanas, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
No obstante, Mayo Clinic reveló que tener altos niveles de colesterol aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, pues es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos y con el tiempo, sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias.
A veces, esos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, indicó que la causa más común del colesterol alto es tener un estilo de vida poco saludable, pero esta enfermedad puede heredarse.
El nivel alto de colesterol no tiene síntomas y la única forma de detectarlo es mediante un análisis de sangre.
Por ello, si después de un examen se confirma la presencia de la enfermedad en el cuerpo, se deben tener precauciones y cuidados especiales.
Una de las recomendaciones es ser estrictos con la alimentación. Se requiere, según expertos, que sea saludable y balanceada y que se incluyan alimentos que reduzcan el colesterol como: la avena y la canela. Pero el consumo de estos alimentos no es milagroso y su consumo debe estar supervisado por un experto de la salud.
Por su parte, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), que es la agencia del Gobierno de los Estados Unidos, recomienda consumir aproximadamente 3 gramos de fibra soluble diarios para bajar los niveles del colesterol.
Sin embargo, esta recomendación no está de acuerdo con los resultados de los trabajos de investigación, pues según los estudios clínicos se necesitan por lo menos 3,6 gramos de fibra soluble diarios para bajar estos niveles.
Adicional, la canela, es excelente para reducirlo, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Agricultura de Peshawar (Pakistán). Además de explicar que al trabajar en ello, se previenen enfermedades cardíacas.
Por su parte, la entidad sin ánimo de lucro reveló los cinco cambios en el estilo de vida más importantes para mejorar los niveles:
1. Comer alimentos saludables para el corazón: reducir las grasas saturadas, eliminar las grasas trans, comer alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, aumentar la fibra soluble, añadir proteína de suero de leche.
2. Hacer ejercicio: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
3. Deja de fumar: A los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo. A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar y dentro de un año de haber dejado, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad.
4. Bajar de peso si se tiene esta patología.
5. Beber alcohol con moderación: Para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día.
Para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, hasta dos diarias.
No obstante, la comunidad médica explica que cuando los niveles están elevados, lo mejor es acudir a expertos y tomar medicamentos para trabajar en ello.