La diabetes tipo 2 es una de las enfermedades más frecuentes en el planeta y de mayor facilidad para desarrollarse, en especial por la rutina alimenticia que se lleve a cabo. La ciencia ha dispuesto sus estudios para encontrar la correcta alimentación para evitar esta condición.

Con base a la información de Mayo Clinic, se sabe que esta enfermedad es una afección consecuente a la forma por la cual el cuerpo regula y usa el nivel de azúcar (glucosa) como combustible.

A largo plazo, la diabetes tipo 2 aumenta el nivel de la circulación de glucosa en la sangre, derivando en trastornos en el sistema circulatorio, nervioso e inmunitario. Adicionalmente, la enfermedad genera que el páncreas no produzca suficiente insulina, la cual es una hormona necesaria para regular el movimiento del azúcar en las células.

La diabetes tipo 2 solía conocerse como la diabetes de aparición adulta, pero la diabetes tipo 1 y 2 pueden aparecer tanto en la infancia como en la adultez. En el caso puntual de la segunda, también puede presentarse en niños que no siguen correctos hábitos alimenticios o comportamientos sedentarios.

La insuficiencia de insulina afecta al páncreas. | Foto: Getty Images

Una desventaja de la diabetes radica en que no tiene cura, sino que puede controlarse al seguir hábitos alimenticios y de ejercicio. Ambos métodos son eficaces, aunque puede complementarse en casos avanzados con medicamentos para la diabetes o tratamiento con insulina externa.

Sobre las recomendaciones alimentarias, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) considera que para seguir una rutina es necesario tener en cuenta la cantidad de carbohidratos y calorías que contienen los alimentos. En ese orden de ideas, los productos que deben estar en la dieta son:

  • Vegetales: estos productos son una gran fuente de vitaminas, minerales y fibra. En concreto, la fibra contribuye a la saciedad, por lo que impide que las personas tengan necesidad de ingerir productos entre comidas. Las mejores opciones son brócoli, zanahorias, hojas verdes, pimientos, tomates, papas, maíz y arvejas.
Los vegetales son fundamentales para regular la glucosa. | Foto: Getty Images
  • Legumbres: casi siempre es común encontrar este tipo de alimentos en las dietas. Para el caso de la diabetes, no hay excepción. Los expertos recomiendan consumir fríjoles y lentejas, dado que aportan proteínas y fibra dietética.
  • Cereales integrales: para reemplazar cereales blancos y refinados, se puede optar por presentaciones integrales, tales como pasta, panes, quinoa, arroz silvestre, harina, maíz, avena, mijo, amaranto y cebada.
Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de carne son beneficiosos. | Foto: Getty Images
  • Lácteos: la leche es importante para mantener la glucosa en niveles estándares. Por ejemplo, el queso parmesano, ricota, leche descremada y yogur natural son buenas opciones.
  • Carnes: la recomendación de los expertos es comer pechuga de pollo o pavo sin piel ni hueso. Otras alternativas igual de favorables son las sardinas, atún y pescados grasos son fuentes importantes de proteína, las cuales pueden mezclarse con fríjoles, humus, lentejas y tofu.
  • Bebidas: las mejores opciones son agua, té helado, café, leche descremada o vegetal. Todas estas bebidas son recomendables para acompañar las comidas.