Cocidas, crudas o en jugo, las zanahorias forman parte del grupo de alimentos con más beneficios para la salud, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) en varios de sus informes, por lo que recomienda su consumo habitual.
Se trata de una hortaliza rica en diversos nutrientes, especialmente en vitamina A y carotenoides, así como en potasio, fósforo, magnesio, yodo y calcio. De igual forma, contiene vitamina B3 (niacina), vitaminas E y K y folatos (ácido fólico).
El betacaroteno o provitamina A, es una de sus principales propiedades, lo cual la convierte en una gran aliada de la vista y de la salud de la piel y las mucosas. Según el portal Cuerpo Mente, una ración de 100 gramos cubre el 110 % de la vitamina A necesaria que necesita una persona al día, el 13 % de la C, el 5 % de la E y el 10 % del ácido fólico.
También destaca por su contenido en agua, una cantidad apreciable de hidratos de carbono y un alto contenido en fibra, tanto soluble como insoluble, destaca el portal Salud Mapfre.
¿Cuál es su importancia para la vista?
La vitamina A es necesaria para el buen funcionamiento de la retina y especialmente para la visión nocturna o con poca luz y para el buen estado de la piel y mucosas.
Esta vitamina se encuentra de dos maneras en los alimentos: Retinol, que es la forma activa de la vitamina A y está presente en alimentos de origen animal como el hígado o la leche entera; y, carotenoides, que son pigmentos de color oscuro presentes en los alimentos de origen vegetal y una vez ingeridos, el organismo es capaz de transformarlos en su forma activa de vitamina A. El caroteno más abundante en la zanahoria es el betacaroteno.
El retinol es esencial para una adecuada visión debido a que participa en la formación de la rodopsina, un pigmento fundamental de la retina, que es la capa sensible del ojo, gracias a la que las personas pueden ver imágenes.
En la zanahoria existe, además, otro tipo de carotenoide llamado luteína que ayuda a prevenir el daño oxidativo inducido por la luz y protegiendo, por tanto, frente al deterioro del ojo asociado a la edad como las cataratas y la degeneración macular senil.
La vitamina A también participa en la formación y mantenimiento de dientes, tejido blando y óseo, por lo que la ingesta de esta hortaliza también traslada sus beneficios a otras partes del cuerpo.
Otras bondades de la zanahoria
Esta hortaliza contiene tanto fibra soluble como insoluble. La insoluble aporta volumen a las heces y ayuda a que los alimentos pasen más rápido por el tracto digestivo. Por el contrario, la soluble es aquella que capta el agua formando una sustancia voluminosa tipo gel que ayuda en la digestión, que suaviza y ayuda a eliminar las heces.
Así las cosas, la zanahoria ayuda a regular los trastornos intestinales, tanto en caso de estreñimiento como de diarrea e incluso de flatulencias. Asimismo, combate afecciones digestivas como la gastritis.
El potasio que tiene esta hortaliza es indispensable para la transmisión y generación del impulso nervioso, participa en la contracción muscular, así como en el equilibrio hídrico, tanto en el interior como en el exterior de la célula. Una de las consecuencias de la pérdida de electrolitos debido a la deshidratación puede ser sufrir calambres, por lo que una dieta rica en verduras y hortalizas, entre ellas la zanahoria, ayudará a obtener el potasio suficiente para prevenir estos dolores musculares.
También es aliada de la salud de la piel. Las vitaminas A, B y C, en conjunto con otros nutrientes, como los flavonoides, ayudan a que la piel tenga la capacidad de curarse con mayor facilidad en caso de lesión externa y a mantenerse sana.
Los alfa y betacarotenos que contiene la zanahoria también también son nutrientes beneficiosos para la salud de la piel, puesto que se convierten en un antioxidante que ayuda a combatir la acción de los radicales libres (que son moléculas que promueven el deterioro de las células y, por ende, el envejecimiento); reducir la inflamación en caso de lesión y acelerar el proceso de curación de la piel lesionada, asegura el portal Mejor con Salud.
La vitamina E, entre tanto, promueve la formación de fibras elásticas y colágenas del tejido conjuntivo y, a su vez, combate la acción de los radicales libres. En consecuencia, actúa como antioxidante que ayuda a mantener la elasticidad de la piel.
Al ser rica en antioxidantes, la zanahoria no solo previene el envejecimiento precoz sino que también ayuda reduciendo el riesgo de padecer cánceres, como el de pulmón, de mama y de estómago. Asimismo, posee una sustancia llamada falcarinol, la cual podría reducir el riesgo de cáncer de colon, asegura el portal de salud Tua Saúde.