Aunque todos los alimentos tienen ciertas propiedades que ayudan a proveer al organismo de algunos de los nutrientes que requiere para su buen funcionamiento, hay unos en específico que aportan múltiples beneficios para combatir algunas de las afecciones más complejas y comunes, motivo por el que es indispensable mantenerlos siempre disponibles en la alacena.
Entre ellos está la canela, condimento aromático que se obtiene de la corteza interna de los árboles conocidos científicamente como ‘Cinnamomum’ o canelo. Aunque sus beneficios para tratar algunas enfermedades específicas aún son objeto de estudio, de acuerdo con la revista de ciencias alimentarias Critical Reviews in Food Science and Nutrition, la canela tiene efectos antiinflamatorios, antimicrobianos, antioxidantes, reductores del colesterol e inmunomoduladores, y tiene resultados prometedores como complemento del tratamiento de la diabetes tipo 2.
Esta especia, que tiene diferentes presentaciones y tipos, es perfecta no solo para darle un toque dulce a las comidas y beberla en forma de té, sino también para llevar una dieta saludable gracias a uno de sus compuestos llamado cinamaldehído, que según lo informado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, citada por el portal experto Mejor con Salud, tiene efectos hipoglucemiantes, vasodilatadores y antifúngicos.
Pese a esto, también es importante aclarar que su consumo en exceso puede ser perjudicial, pudiendo causar alergias e irritación en la piel, hipoglucemia y daño hepático en personas con enfermedades graves del hígado, motivo por el que su consumo debe ser ocasional y siempre en cantidades mínimas.
Asimismo, la canela no debe ser consumida durante el embarazo, por personas con úlceras gástricas o intestinales, o que posean enfermedades graves del hígado, explica la nutricionista Tatiana Zanin en un artículo publicado en Tua Saúde.
Bajo ese contexto, y teniendo en cuenta el modo correcto de consumo, entre los beneficios que trae la canela –según la nutricionista– está su aporte para controlar la diabetes porque mejora la utilización del azúcar y mejora trastornos digestivos como gases, problemas espasmódicos y ayuda a tratar la diarrea, “debido a su efecto antibacteriano, antiespasmódico y antiinflamatorio”, indica la experta.
Asimismo, el consumo de canela ayuda a disminuir la fatiga, combatir el colesterol y los triglicéridos por la presencia de antioxidantes; combate infecciones de las vías respiratorias debido a que es un expectorante natural; disminuye la presión arterial gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a relajar los vasos sanguíneos, y debido a que también es rica en fibras, la canela ayuda a disminuir el apetito, lo que indica que también puede ser usada para perder algunos kilos.
Ahora bien, sobre cómo usar la canela, Zanin explica que se pueden aprovechar todas sus presentaciones, es decir, tanto de su cáscara, que es la presentación más común que se encuentra en los supermercados (palo de canela), así como en aceite, producto que se encuentra en las tiendas naturistas.
Del mismo modo, utilizar canela en polvo para acompañar el consumo de frutas, cereales o avena, también es una forma rica de obtener sus beneficios. Igualmente hay quienes utilizan la canela como condimento, acompañando de otras especias.
Al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumo de la canela, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades de este condimento aromático.