A medida que pasan los años es necesario ir modificando los hábitos de vida y entre ellos se encuentra la forma de alimentarse. Cada etapa de la vida requiere de unos nutrientes en especial para que el cuerpo pueda desarrollar todas sus funciones, de ahí la importancia de irla adaptando de acuerdo a la edad que se tiene.
Cambios a partir de los 50
Llegados los 50 es bueno comenzar a replantearse si los hábitos que se han llevado son los más adecuados para esta etapa de la vida. Es así, como comienza a ser importante el tipo de ejercicios que se practican, las horas de descanso y por supuesto, el tipo de alimentación que se ingieren.
“(...) equilibrar la microbiota intestinal, evitar las sustancias tóxicas o ayudarse con técnicas y suplementos detoxificantes y optimizar la producción hormonal”, recomienda el doctor Vicente Mera, Jefe de Medicina Interna y Antienvejecimiento de SHA Wellness Clinic.
Pero además, hay que comenzar a hacer ejercicio así no se haya practicado alguno en los últimos años. Se puede comenzar con ejercicios de cardio, como por ejemplo, saliendo a caminar, practicando senderismo, nadando o bailando.
También hay que comenzar a cuidar las articulaciones y la mejor forma de hacerlo es con ejercicios de plancha y sentadillas, centrándose más en las repeticiones que en el peso.
Alimentación a los 50
Básicamente, la alimentación a partir de los 50 contribuye a disminuir los cambios hormonales que se producen a partir de los 50. Como el metabolismo comienza a reducirse, siguiendo una dieta adecuada se puede evitar subir de peso.
Según el doctor según el doctor de SHA Wellness Clinic estas son las consideraciones que debe tener en cuenta en la alimentación cuando se llega a esta edad:
- Disminuya la cantidad de comida: la idea no es dejar de comer sino comer sin llenar demasiado el estómago.
- Es necesario introducir superalimentos en la dieta como el aceite de oliva, el té verde, la granadilla, las semillas de chía, el kale, la avena, etc., que aporten probióticos, antioxidantes, senolíticos y vitaminas.
- Si no es posible modificar la dieta, se puede recurrir a los suplementos nutricionales.
- Limite los antialimentos como el azúcar, la carne roja, los productos lácteos o las patatas, ya que es a partir de los 50 cuando más se pueden padecer enfermedades asociadas al estilo de vida.
- Incluya antioxidantes como hortalizas y frutas frescas, así como un puñadito de frutos secos y aceites vegetales crudos. Además, tres veces por semana es bueno comer pescado.
- Realice todas las comidas al día y beba mucha agua durante la jornada de trabajo.
Aunque el cuidado de la parte física del cuerpo es de gran importancia, no hay que olvidar que hay que cuidar la salud mental evitando las situaciones de estrés, practicando algún ejercicio y lograr la armonía mental con la práctica de la meditación o mindfulnes.