El cuerpo de cada ser humano difiere en varias características, pero también comparten factores necesarios para su funcionamiento y uno de ellos es la obtención de energía. En ese sentido, hay que tratar de mantenerla para realizar las actividades que demanda el día a día.

Desde la cartera de Salud de Colombia indican que se puede relacionar a la energía como el combustible que todas las personas necesitan para vivir y ser productivo. “Todos los procesos que se realizan en las células y los tejidos producen y requieren de la energía para llevarse a cabo”, explican los encargados de velar por el bienestar de la nación.

Asimismo, los conocedores del tema detallan que hay que mantener un equilibrio energético. Para ello, “se deben conside­rar dife­ren­tes as­pec­tos co­mo: se­xo, edad, estatu­ra, esta­do fi­siológi­co (ni­ñez, embarazo, lac­tan­cia), cli­ma y activi­dad físi­ca que desa­rro­lla la perso­na, la cual in­clu­ye el ti­po de traba­jo que reali­za”.

Los hábitos saludables son clave para subir la energía durante el día. Getty Images. | Foto: Brand New Images/Getty Images

Por su parte, el escenario web de National Geographic menciona que las células del organismo funcionan generando una molécula llamada adenosín trifosfato o ATP. Entonces, al momento en el que se necesita efectuar una acción, se rompen las moléculas de ATP y, por ende, liberan la energía que contribuye a las reacciones químicas que se dan en el interior del cuerpo para cumplir por completo con la práctica.

En ese orden de ideas, obtener energía no es una alternativa, sino que es imprescindible para la cotidianidad. Por lo tanto, hay hábitos que pueden ser beneficiosos en la obtención de esta característica para el organismo, como dormir bien, realizar ejercicio, tomar la luz natural, desayunar bien, entre otros, según la revista Mejor con salud.

Sin embargo, del otro lado de la balanza, también hay hábitos que trasgreden en el hecho de tener energía durante el día, por lo que hay que tratar de prescindirlos o realizarlos con la menor frecuencia posible.

La falta de energía puede provocar problemas emocionales. Foto: Getty Images | Foto: Getty Images

Hábitos poco enérgicos

1. Ver demasiada televisión

Es común que luego de un extenso día, las personas lleguen a descansar, se aposenten en su cama y prendan la televisión. No obstante, esta práctica en exceso no es del todo buena.

Teniendo en cuenta recopilaciones de Cuídate plus, los excesos de un consumo excesivo de TV se relacionan con permanecer mucho tiempo sentado y eso hace que el cuerpo pierda energía debido a que comienza a aparecer el sedentarismo.

“El tiempo dedicado a ver la tele se asocia con un mayor riesgo de limitaciones funcionales (funcionamiento físico general, problemas de movilidad, problemas de agilidad y fragilidad) en personas mayores”, explica un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid.

2. Desorden

Cuando no se trabaja en un lugar ameno y limpio, la energía y el estado mental tiende a notarse afectado. Esto porque el blog de Vivienda saludable precisa que los estudios han llegado a determinar que el desorden puede incrementar la acción de la hormona del estrés.

El desorden impacta negativamente en la energía, pero también afecta la capacidad de concentración, crea sentimientos de culpa, restringe la vida social y afecta la salud, agrega el citado portal.

3. No cumplir con pequeñas tareas

Si bien es cierto que hay momentos en los que un sujeto acumula muchas tareas y no puede cumplirlas por completo, hay otros en los que lo que debe realizar es mínimo y tampoco lo finaliza. En consecuencia, esto puede repercutir en la energía porque aparece la procrastinación y afecta de manera psicológica en el comportamiento de la persona.

“Muchas veces las personas lo pueden confundir con holgazanería, pero es una conducta que se asemeja al manejo de las emociones, las cuales pueden llegar a impedir el cumplimiento de ciertos objetivos o actividades importantes”, indica la Policlínica Metropolitana de Venezuela.

4. No planificar

El simple hecho de no realizar una planificación para cumplir con responsabilidades hace que la energía descienda, puesto que el cerebro no descansa. Los expertos recomiendan anotar o crear una lista de pendientes, además, proponerse un tiempo específico para cumplir con cada quehacer.

5. Consumo de alcohol

Cuando el cuerpo recibe alcohol cambia su patrón de comportamiento. De acuerdo con La Vanguardia, la ciencia ha descubierto daños considerables en el córtex prefrontal por consumo de alcohol, principalmente en jóvenes.

La ingesta de esta bebidas producen desinhibición y eso hace que se pierda el equilibrio energético del organismo, entrometiéndose primordialmente en la salud mental.

El alcohol se entromete en los comportamientos del ser humano. Getty Images. | Foto: Getty Images