La Fundación Española de la Nutrición (FEN) describe el limón como un fruto procedente del limonero, que se cultiva en todo el mundo, pero suele desarrollarse en climas tropicales y templados, menciona en uno de sus informes. Al igual que otros alimentos, su historia data por lo menos de más de 2.500 años, siendo útil no solo en la cocina.
Sin importar cuál sea su tamaño, se debe mencionar que el limón es una fruta cítrica que se destaca por contener ácidos orgánicos, flavonoides y vitamina C, estas dos últimas consideradas antioxidantes con la capacidad de neutralizar los radicales libres que dañan las células del cuerpo.
Aunque su pulpa está compuesta de fibra como la pectina, la FEN asegura que dentro de los compuestos más sorprendentes del limón se encuentran los micronutrientes que permanecen en su cáscara. Incluso Tua Saúde en uno de sus artículos revisado por la nutricionista Tatiana Zanin, menciona que la cáscara es útil también para preparar diferentes bebidas.
De ahí que muchos son los beneficiosos que se le han atribuido al consumo de esta fruta, ya sea natural o congelada, como por ejemplo:
Combate el estreñimiento
Ciertamente, el estreñimiento es un trastorno digestivo que en palabras del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK) es una afección “en la cual la persona podría tener menos de tres evacuaciones a la semana”, caracterizándose porque las heces son grumosas y secas.
Por tanto, el sitio web explica que el limón estimula los movimientos intestinales, colaborando con la expulsión de las heces, si se consume a primera hora del día con agua tibia.
Disminuye el riesgo de contraer infecciones
El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) define una infección como aquella “invasión y multiplicación de gérmenes en el cuerpo”. Dentro del grupo de estos microorganismos se encuentran los virus, los hongos y las bacterias que se proliferan en cualquier parte.
Y es gracias a sus propiedades antimicrobianas y antifúngicas que el limón puede contrarrestar estos microorganismos, sin que necesariamente se considere milagroso.
Procura el bienestar de la piel
Si bien la piel es el órgano más extenso del cuerpo, puede también sufrir daños por distintas razones, inclusive por una frecuente exposición al sol. De ahí que el limón, al ser un alimento con un alto contenido en vitamina C participe en la regeneración de tejidos, como por ejemplo, la cicatrización.
Cabe recordar que la Clínica Mayo también menciona que la vitamina C -conocida como ácido ascórbico- es de tal importancia para el cuerpo, que participa en la producción de colágeno en los huesos, una proteína que también le da firmeza y elasticidad a la piel.
Reduce la presiona arterial
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la hipertensión suele asociarse con las enfermedades cardiovasculares, mismas que cada año han cobrado por lo menos 1.6 millones de muertes en América.
Aunque dentro de su prevención es importante reducir la ingesta de sal y hacer ejercicio, se debe considerar que algunos alimentos ayudan a regularla, tales como, el limón, porque según señala el portal de salud, el efecto de los flavonoides actúa sobre los vasos sanguíneos dándoles descanso permitiendo un mejor flujo sanguíneo.
Y a esta lista de beneficios tras el consumo de limón se pueden sumar sus propiedades digestivas y renales, entre otras. Por esto, muchas son las formas de su consumo, siendo el jugo de limón, el agua y el té las que más se destacan, ¿pero qué ocurre con el limón congelado?
Efectos del limón congelado
De acuerdo con Mundo Deportivo, congelar el limón es apropiado para quienes buscan adelgazar, al igual que para quienes quieran aprovechar sus beneficios ya mencionados, porque con esta técnica se podrá consumir su cáscara por completo, la cual tiene concentración de compuestos como los antioxidantes y la vitamina C, entre otros ya descritos.
Recomienda ser moderado en su consumo, sugiriendo lavar muy bien un limón, guardarlo en un congelador y al sacarlo rallarlo por completo agregándolo a cualquier comida.